Desde el miércoles pasado que nada se sabe de Ángelo Emanuel Miño, un hombre de 31 años que había ido a pescar a la zona del barrio San Pedro Pescador, en Chaco. Luego de que su familia reportara su desaparición y el robo de la canoa que había llevado, las autoridades demoraron a la última persona en verlo con vida.
La investigación por la desaparición del pescador dio un giro en las últimas horas, luego de que el personal de la Comisaría 1° de Barranqueras se comunicara con el secretario de pesca. La comunicación brindó un detalle de suma importancia, debido a que se conoció que la víctima había tenido una pelea sobre la canoa antes de que desapareciera.
Producto de una serie de indagaciones, el hombre fue identificado como M.B, alias “Mati”. Asimismo, el sujeto había sido señalado por el empleador del desaparecido como el responsable de haber robado la canoa. “Mira, Lencho (apodo del pescador desaparecido) anoche salió a pescar con un vago y me contaron que pelearon”, afirmó Sebastián Sena, el hombre que había contratado a Miño para pescar en esa zona, durante una conversación con la esposa de Miño.
De acuerdo a la información publicada por Diario Norte, el secretario de pesca aseguró que “le pegó con un remo en el brazo al vago”, para poder defenderse y señaló que, producto de ese golpe, “al vago lo atendieron en la salita”. Incluso, ratificó que el hombre había salido a pescar con su canoa, por lo que tuvo que ir a buscarla hacia el lugar de los hechos.
Ángelo Miño, tiene 31 años, de tez morena, ojos marrones y mide 1,70 metros
“Yo le pregunté al otro por Lencho y me dice que no sabe nada de él”, indicó la esposa de Miño sobre la conversación que habría tenido con el acusado. No obstante, las autoridades ordenaron que el sospechoso fuera trasladado a la sede policial, según indicaron en Diario Chaco.
El caso es investigado por el fiscal de turno Víctor Recio, quien indagaría al acusado en los próximos días. Por el momento, la hipótesis que mayor fuerza habría cobrado indicaría que “Mati” habría matado a Miño durante la pelea que tuvieron en la canoa. De esta manera, se habría encargado de descartar el cuerpo, aunque los investigadores aún no tendrían una prueba concluyente que pudiera reforzar la teoría.
Por otro lado, las autoridades señalaron que la última vez que se tuvo contacto con la víctima fue el mismo día de la desaparición. Luego de que se fuera por la tarde de su casa en La Lomita, el hombre se había comunicado con su familia cerca de las 19:00 horas.
El sospechoso también fue acusado de haber robado la canoa que utilizaba Miño al momento de su desaparición
Según precisaron sus allegados, el pescador les había enviado un video a un grupo que compartían todos en WhatsApp, en donde les manifestaba que pronto regresaría al domicilio. Sin embargo, su regreso no se concretó y desde ese momento no pudieron volver a comunicarse con él. Pese a que lo llamaron varias veces, nunca más volvió a atender el teléfono.
Hasta el momento, continúa activo el protocolo provincial de búsqueda de personas desaparecidas. De la misma manera, el personal de la Comisaría 1° de Barranqueras siguen con las tareas investigativas dispuestas por el fiscal de turno. Entre ellas, solicitó que se recorriera los alrededores del barrio San Pedro Pescador.
De la misma manera, las autoridades pidieron a la ciudadanía que se comunicaran, en caso de que vieran a un hombre de tez morena, de una altura aproximada de 1.7 metros, cabello negro de textura enrulada y con calvicie parcial. Además de remarcar que tenía ojos marrones, remarcaron que también tenía un tatuaje de gran tamaño en la zona del abdomen, específicamente, el diseño abarcaría desde debajo del pecho hasta el ombligo.