El mensaje del papa Francisco en la Vigilia Pascual: “La luz resplandece lentamente, incluso en tinieblas”

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La Vigilia Pascual que encabezó el Papa Francisco en la Basílica de San Pedro del Vaticano, el 30 de marzo de 2024

En una emotiva celebración de la Vigilia Pascual en la Basílica de San Pedro, el papa Francisco, representado por el xardenal Giovanni Battista Re, ofreció un mensaje sobre la luz de la Resurrección, que irrumpe en la oscuridad del mundo. Durante su homilía, destacó la importancia de vivir la Pascua con una fe humilde, reconociendo que, aunque la Resurrección de Cristo no se presenta como un evento ruidoso, su luz transforma la historia.

El Papa comenzó su reflexión evocando la imagen de la noche, un símbolo de las dificultades y el sufrimiento humano, en la que el Cirio Pascual avanza hacia el altar. Según Francisco, “la luz divina de la resurrección se enciende cuando el sol aún está por salir”, simbolizando cómo, en la oscuridad de la noche, comienza a brillar la promesa de la vida nueva. Reiteró que la resurrección no es un evento triunfal y espectacular, sino una luz que “se abre paso poco a poco, sin hacer ruido, a veces todavía amenazada por la noche y la incredulidad”. Esta luz es la que irrumpe en la historia humana sin estrépito, de manera discreta pero poderosa.

Para el Papa, este “estilo” de Dios es una invitación a una fe que no se basa en el triunfo ruidoso, sino en una transformación silenciosa y constante. “La Pascua del señor no es un evento espectacular con el que Dios se impone y obliga a creer en él; no es una meta que Jesús alcanza por un camino fácil, esquivando el calvario”, explicó. Según Francisco, la resurrección debe ser vivida sin “despreocupación” ni “dudas interiores”, reconociendo que, a pesar de las sombras y el dolor del mundo, la luz de Cristo sigue presente.

El Papa Francisco estuvo representado por el Cardenal Giovanni Battista Re (Foto: AP)

El papa Francisco subrayó que la resurrección de Cristo no resuelve mágicamente todos los problemas del mundo, pero sí ofrece una esperanza renovada. “No podemos celebrar la Pascua sin seguir enfrentándonos a las noches que llevamos en el corazón y a las sombras de muerte que con frecuencia se ciernen sobre el mundo”, advirtió. A través de esta luz, que “irrumpe en las tinieblas”, los cristianos están llamados a enfrentar las dificultades del mundo con esperanza, sabiendo que la victoria final de Cristo sobre la muerte ya ha sido alcanzada.

Uno de los aspectos clave de la homilía del Papa fue su llamada a los fieles a ser “portadores de esperanza” en un mundo que sigue marcado por el sufrimiento y la violencia. Francisco invitó a no dejarse vencer por el pesimismo, sino a seguir confiando en que “la luz resplandece lentamente, incluso en tinieblas”. Esta luz, aunque débil en algunos momentos, es la que sostiene la fe cristiana, proporcionando el consuelo necesario para seguir adelante.

“La Pascua no es solo un recuerdo de lo que sucedió hace siglos, sino una invitación a hacer germinar la esperanza en nuestra vida y en el mundo”, señaló el Papa. Este llamado a la acción es crucial en un mundo que enfrenta numerosas adversidades, desde el egoísmo y la violencia hasta las injusticias sociales y la desigualdad. “Queremos serlo para quienes carecen de fe, para los que se han extraviado, para los que se han rendido o caminan encorvados por el peso de la vida”, afirmó Francisco, recordando que la Pascua es una oportunidad para brindar consuelo a los más necesitados y mostrarles el camino hacia la luz.

En la Vigilia Pascual invitaron a los fieles a ser testigos de esperanza en un mundo marcado por el sufrimiento

A lo largo de su homilía, el Papa recordó que la resurrección de Cristo es “nueva vida para los que creen en él”. En este sentido, destacó la importancia de reproducir la Pascua en nuestras propias vidas y de convertirnos en mensajeros de esperanza. “Toda nuestra vida puede ser presencia de esperanza”, subrayó, insistiendo en que la Pascua no solo es un evento litúrgico, sino un compromiso continuo de cada cristiano para vivir de acuerdo con los valores del evangelio.

Al final de su mensaje, el papa Francisco cerró con una profunda reflexión sobre el futuro de la humanidad. “La Pascua trae la buena noticia de que, aunque las cosas parezcan ir mal en el mundo, el maligno ha sido ya vencido”, dijo, reafirmando que el amor de Dios y la luz de Cristo siguen siendo la fuerza que guía el destino de los creyentes. “Hagámosle espacio a la luz del resucitado”, concluyó, invitando a cada cristiano a ser un constructor de esperanza, llevando la luz de la Pascua a los rincones más oscuros del mundo.

Fuente: https://www.infobae.com/tag/policiales

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