El bicentenario de los Treinta y Tres Orientales

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Expedición de los Treinta y Tres Orientales

Hoy, 19 de abril de 2025, se cumple el bicentenario de un hecho histórico en el cual participaron Argentina y Uruguay, el que fue recogido por la historiografía bajo la denominación de “Los treinta y tres orientales”.

Ese día dio comienzo a un proceso que, a lo largo de 1825, culmina con la declaración de guerra por parte de Brasil a la Argentina. El contexto histórico muestra a una Argentina sin gobierno nacional y con Buenos Aires encargada sólo de las relaciones exteriores. El actual Uruguay estaba ocupado por fuerzas brasileñas que habían sido portuguesas tres años antes. La aspiración de la mayoría de los líderes político-militares de la República Oriental del Uruguay era entonces el retorno de su tierra a las provincias unidas del Río de la Plata.

Muchos de ellos estaban exiliados en Buenos Aires, pero el más relevante era Juan Antonio Lavalleja. En 1824 había sido electo gobernador de esta provincia el general Juan Gregorio de Las Heras, héroe de la guerra de la independencia contra los españoles. Había acompañado a San Martín en sus campañas de Chile y Perú. Se trata de un hombre de consensos más que de conflictos. En la Ciudad de Buenos Aires había una clara simpatía por el movimiento que intentaba el retorno de Uruguay a la Argentina, y se hacía sentir en la opinión pública, que ya existía como tal en esa época.

Lavalleja reúne a un grupo de exiliados uruguayos para iniciar la liberación de la provincia ocupada por Brasil. Lo hace con un apoyo solapado del gobierno porteño y con el financiamiento de los hacendados de la provincia de Buenos Aires, que veían en la captura del ganado cimarrón uruguayo por parte de los brasileños una competencia en el campo comercial con el exterior. La familia Lavalleja pone también en el proyecto sus bienes personales.

No está claro desde el punto de vista historiográfico ni quiénes ni cuántos eran los treinta y tres orientales que integraron esta expedición, convocada para iniciar un levantamiento contra la ocupación brasileña. Hay varias listas que sumadas dan cincuenta y seis personas predominantemente uruguayas, aunque también hay paraguayos, argentinos y hasta un mozambiqueño.

Tras el cruce a través de las islas del Paraná, el contingente comandado por Lavalleja desembarca en tierra oriental. Entre otros, lo secunda Manuel Oribe, que luego será el líder del Partido Blanco que hasta hoy sigue existiendo en Uruguay, y al cual pertenece el ex presidente Luis Lacalle Pou.

Llevan bandera propia con los colores de la que usara Artigas en sus luchas con porteños, portugueses y sus propios disidentes: azul, blanco y rojo. Al poco tiempo, se le suma el caudillo Fructuoso Rivera, que abandona las fuerzas portuguesas a las cuales se había incorporado durante un breve tiempo. Será Rivera el fundador del Partido Colorado, que hoy continúa siendo una fuerza activa en la política uruguaya y a la cual pertenece el ex presidente Julio María Sanguinetti. Uruguay es uno de los países con mayor tradición política, pese a la renovación que ha significado en las últimas décadas el Frente Amplio que hoy gobierna

El movimiento avanza y va creciendo con pequeños combates que lo van fortaleciendo. La reacción brasileña -Montevideo estaba en manos de las fuerzas de Río de Janeiro- tarda en producirse. Es que el emperador está preocupado por consolidar la estructura de su país y la sublevación pernambucana es todavía un tema que falta resolver. Por esta razón, los refuerzos para el “Barón de la Laguna” se demoran. Recién lo hacen al comenzar el último cuatrimestre de 1825.

Mientras tanto, el movimiento iniciado por los Treinta y Tres Orientales se va formalizando y en el Congreso de la Florida se declara al mismo tiempo la independencia y la aspiración de pertenencia a las provincias unidas del Río de la Plata. La historia posterior mostrará una aparente contradicción, pero que entonces no lo era tanto: se sentían entonces uruguayos y argentinos.

Mientras tanto, en Buenos Aires se reúne un congreso nacional que respalda el movimiento uruguayo, pero en forma no oficial. Se limita a mandar un ejército de observación que se establece en la ciudad de Concepción del Uruguay en la provincia de Entre Ríos, sobre el río del mismo nombre. Lo manda el general Martín Rodríguez, que ha ocupado la gobernación bonaerense en el trienio 1821-1824.

Hacia finales de 1825, ya formalizada la guerra por los dos países, las fuerzas argentino-uruguayas que se han constituido, pasan a la ofensiva. Pero el dominio naval que tiene Brasil es muy marcado. La flota de Río de Janeiro está al mando del almirante Cochrane, quien se enfrentara con San Martín en el Perú, pese a combatir ambos contra los españoles. Varios cuadros, entre ellos el de Blanes, representan la imagen histórica de los treinta y tres desembarcando en territorio uruguayo.

Tres años después, la guerra terminará en un empate, en gran medida digitado por la diplomacia británica, pero que formalizó el origen nacional de la República Oriental del Uruguay, que ya se evidenciaba en la declaración del Congreso de Florida.

Posiblemente sea un hecho histórico que ha adquirido una relevancia política importante. Ese simbolismo, que se vincula a la relación entre Argentina y Uruguay y del que se cumplen doscientos años hoy, convendría ponerlo en valor.

Fuente: https://www.infobae.com/tag/policiales

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