La lista que encabezó desplazó a La Libertad Avanza al tercer lugar en la elección provincial a constituyentes y ganó la primaria abierta de concejales sumando 108 mil votos entre todos los competidores de la interna donde Monteverde se llevó el 75%.
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En la elección de constituyentes provinciales donde el gobernador Pullaro consiguió un triunfo rotundo, Monteverde terminó segundo relegando al tercer lugar a la lista de Milei que no pudo imponer el sello de La Libertad Avanza y el candidato Nicolás Mayoraz no aportó mucho.
Los resultados dejaron varios datos interesantes para el peronismo. Hacia adentro, el concejal de Rosario desplazó a Marcelo Lewandowski que en las encuestas aparecía segundo debajo de Pullaro. El senador llegó a la elección rechazando el ofrecimiento de Cristina para ser el candidato de la unidad y luego rehusó una alianza con Amalia Granata. Terminó con el socialista Giustiniani en una elección desastrosa: “terminó al lado del socialista más gorila de Santa Fe”, se reían en el PJ.
Pero más allá de los resultados electorales, Monteverde guarda un activo muy valioso para el peronismo que hace años que no trazan una estrategia seria para ganar en la ciudad de Rosario. Durante décadas, los peronistas insistieron con que había que ganar la gobernación para poder cambiar “las cosas”, para “tener la botonera”.
Monteverde guarda un activo muy valioso para el peronismo que hace años que no trazan una estrategia seria para ganar en la ciudad de Rosario. Durante décadas, los peronistas insistieron con que había que ganar la gobernación para poder cambiar “las cosas”, para “tener la botonera”
María Eugenia Bielsa y Marcelo Lewandowski fueron los últimos peronistas que se negaron a pelear la intendencia cuando estaban en la cresta de la ola porque aseguraban que la pelea por el poder se disputaba en la Casa Gris. Después de 12 años ocuparon el gobierno con Omar Perotti y la gestión no fue buena para la provincia y peor para Rosario.
Alejado de ese dogma, Monteverde se concentró en diseñar una alternativa para la principal metrópolis de la provincia desde Ciudad Futura, nombre de la agrupación. No descubrió ningún secreto, el Partido Socialista organizó sus seccionales a fuerza de recursos que conseguían vendiendo empanadas y pastelitos en la década del 80, se formaron, ganaron la intendencia y se quedaron 30 años en la ciudad y 12 en la provincia. Pullaro fue ministro del último gobernador socialista.
Desde el retorno de la democracia ese balance entre las dos ciudades se fue modificando y Rosario ganando terreno. De las doce listas de constituyentes provinciales, once las encabezaron dirigentes de Rosario o del sur de Santa Fe y ninguno se preocupó demasiado en que hubiese paridad territorial. Un síntoma importante a la hora de planificar una estrategia de poder.
Monteverde le aporta al peronismo una visión que muchos peronistas rechazaban en la convicción de que había que diseñar un plan provincial cuando las últimas experiencias exitosas señalan lo contrario. Es difícil gobernar Santa Fe si no se entiende las urgencias de Rosario.
Lo cierto es que ahora Monteverde le aporta al peronismo una visión que muchos peronistas rechazaban en la convicción de que había que diseñar un plan provincial cuando las últimas experiencias exitosas señalan lo contrario. Es difícil gobernar Santa Fe si no se entiende las urgencias de Rosario. Si no, habría que preguntarle a Perotti.
¿Y que ofrece el PJ? Territorialidad, capilaridad dicen los radicales. Eso que Lewandowski menospreció cuando tuvo que explicar su fracaso: “cuando va poca gente a votar se imponen los aparatos”. Y, sí. No está mal decirlo, sino creerlo. Los socialistas, que son expertos en esconder los hilos, fortalecieron la alianza con la UCR para crear el Frente Progresista y para pegar el salto de Rosario a la provincia.
Ahora, Monteverde enfrenta un doble desafío: las generales a concejales donde busca incrementar el electorado y meter la mayor cantidad de concejales de las 13 bancas que se ponen en juego y por otro lado, liderar el segundo bloque en la constituyente. Todo para ganar.
Fuente: https://www.lapoliticaonline.com