El balance de su gestión incluyó 11 victorias, 4 empates y 4 derrotas, estas últimas todas en el campeonato brasileño. En las primeras cuatro fechas del torneo, el equipo sumó apenas 3 puntos sobre 12 posibles, con tres caídas consecutivas. A pesar de haber iniciado con éxito la participación en la Copa Sudamericana —donde Gremio acumuló seis unidades en dos encuentros—, el entrenador fue señalado por no conseguir resultados en las competencias nacionales.
Uno de los puntos más cuestionados por la afición y la dirigencia fue la derrota en la final del Campeonato Gaúcho frente a Internacional, el clásico rival de la ciudad. La caída reciente ante Mirassol, un equipo recién ascendido, precipitó su salida antes del enfrentamiento inminente ante Inter en el clásico regional, para el cual había recibido un plazo para revertir la situación.
Quinteros, que venía de consagrarse campeón con Vélez Sarsfield en Argentina, no logró consolidar un proyecto competitivo en Gremio. La directiva oficializó su desvinculación en la noche posterior a la goleada sufrida en condición de visitante. La decisión fue comunicada por el presidente del club, Alberto Guerra, quien calificó el resultado como uno de los más decepcionantes de su gestión.
“No es que sea una vergüenza perder contra Mirassol, que es un gran club, organizado. Pero, por la forma en que ocurrió, creo que este ha sido uno de los partidos que más me avergonzó en mi trayectoria en Gremio”, lamentó el dirigente.
La dura frase del presidente de Gremio por la derrota ante Mirassol que eyectó del cargo de entrenador a Gustavo Quinteros
Quinteros, argentino naturalizado boliviano, había asumido el cargo en diciembre de 2024 en reemplazo de Renato Portaluppi, y llegó al club con la expectativa de consolidar un nuevo ciclo competitivo. Sin embargo, los resultados irregulares y la falta de evolución en el rendimiento colectivo precipitaron su salida tras apenas cuatro jornadas del campeonato brasileño.
“Hoy fue un resultado muy malo. Tal vez haya sido una de las derrotas que más me dejaron en evidencia. Tomamos la decisión, dentro del fútbol y en común acuerdo, de rescindir el contrato de Gustavo Quinteros. Le agradecemos a él y a su cuerpo técnico, son profesionales de altísimo nivel, pero hay momentos en los que las cosas no funcionan”, declaró Guerra en conferencia de prensa.
EL COMUNICADO OFICIAL DEL GREMIO:
El Gremio Foot-Ball Porto Alegrense comunica el final del trabajo del técnico Gustavo Quinteros en el Tricolor. Junto con el profesional, también dejan el club sus asistentes.
El Gremio agradece los servicios prestados por el entrenador y su cuerpo técnico, Leandro Desábato, Maximiliano Quesada, Rodrigo Quinteros y Hugo Roldán, y les desea éxito en los próximos desafíos de sus carreras.
El ciclo de Quinteros había comenzado de manera prometedora en el Campeonato Gaúcho, con goleadas ante Caxias, São Luiz y Pelotas, pero el equipo no logró sostener el nivel frente a rivales de mayor exigencia. Las clasificaciones ante São Raimundo-RR y Athletic por la Copa do Brasil llegaron por penales, y en el torneo local el Gremio acumula dos derrotas consecutivas.
El entrenador había manifestado en reiteradas ocasiones su preocupación por la conformación del plantel. La llegada de 11 refuerzos se dio con las competiciones ya en curso, lo que, según su análisis, afectó la planificación. Durante el receso tras el estadual, el cuerpo técnico trabajó en variantes tácticas, pero los resultados no mejoraron tras el reinicio de la competencia.
Con contrato vigente hasta diciembre, Quinteros se despide del club junto a sus asistentes Leandro Desábato, Maximiliano Quezada, Rodrigo Quinteros (su hijo) y el preparador físico Hugo Roldán.
Para el próximo compromiso, el clásico Gre-Nal del sábado, el equipo será dirigido de manera interina por James Freitas, mientras la directiva busca un nuevo entrenador. “No es una tarea fácil. Hay muchos clubes buscando técnico, incluso la selección. Vamos a definirlo en las próximas horas”, aseguró el presidente.
La salida de Quinteros se da en un momento clave de la temporada, con el Gre-Nal como prueba inmediata y la necesidad de recuperar la confianza de la hinchada. La dirigencia del Gremio apuntará ahora a un perfil que pueda estabilizar el presente deportivo y reconectar al equipo con los objetivos trazados para 2025.