Brasil pierde más de 2.300 millones de dólares al año por ineficiencias en sus puertos

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Según el informe, reducir los tiempos de inactividad portuaria se ha vuelto urgente para mantener la competitividad y eficiencia de toda la cadena logística (Foto: Shutterstock)

Un reciente informe de la consultora Bain & Company revela que Brasil enfrenta un serio problema de eficiencia portuaria que impacta de lleno en su economía: los costos asociados a la permanencia prolongada de buques en los puertos, conocidos como “estadías”, representaron una pérdida estimada de USD 2.300 millones en 2024.

Este gasto, originado por demoras en la carga y descarga de embarcaciones, afecta directamente los costos logísticos del comercio exterior brasileño, elevando los precios de productos clave para la economía del país. Según el informe, reducir estos tiempos de inactividad portuaria se ha vuelto urgente para mantener la competitividad y eficiencia de toda la cadena logística.

Un problema creciente en medio del aumento del movimiento portuario

El volumen de mercancías transportadas a través de los puertos brasileños sigue en aumento: se movilizaron 1.300 millones de toneladas en 2023 y se estima que alcanzarán los 1.320 millones en 2024, con una tasa de crecimiento anual superior al 4% desde 2020. Este incremento en la actividad, combinado con condiciones climáticas adversas, infraestructura limitada y procesos burocráticos, genera congestión terminal y alarga las estadías de los barcos, con consecuencias económicas significativas.

A pesar de algunas mejoras recientes en infraestructura y gestión operativa, las estimaciones para este año proyectan un crecimiento adicional del 8% en el movimiento portuario. Sin una intervención efectiva, los costos de ineficiencia seguirán escalando.

Estadías: una amenaza silenciosa para el comercio exterior

Las estadías afectan tanto a las exportaciones como a las importaciones. En el caso de los envíos al exterior, productos estratégicos como el mineral de hierro, la soja, el maíz y el petróleo enfrentan costos logísticos adicionales por estas demoras. Por el lado de las importaciones, los impactos alcanzan a materiales sensibles como combustibles, fertilizantes y otros insumos clave para sectores productivos.

La Agencia Nacional de Transportes Acuáticos (ANTAQ) registró en 2023 aproximadamente 150 mil horas de inactividad operativa en los puertos del país. Aunque las condiciones meteorológicas tienen un peso considerable, la principal causa de esta situación es la congestión en las terminales portuarias.

Dado el peso de Brasil como hub logístico regional, especialmente en el Cono Sur, los retrasos y costos adicionales tienen consecuencias en otros países (Foto: Shutterstock)

Causas y soluciones posibles

De acuerdo con Bain & Company, más del 75% de estas horas de inactividad se deben a una combinación de fenómenos climáticos, saturación de tráfico marítimo, deficiencias en infraestructura y procesos burocráticos ineficientes. La consultora advierte que el abordaje del problema debe ser estructural y basado en el conocimiento detallado de las causas específicas en cada puerto y para cada tipo de carga.

Entre las estrategias recomendadas para reducir significativamente el tiempo de estadía y sus costos asociados, Bain identifica varias medidas clave:

Diagnóstico profundo de causas.

Equipos de monitoreo ágil.

Rediseño de procesos operativos.

Revisión de reglas de negocio.

Inversión en tecnología y digitalización.

Según experiencias previas, la implementación de estas acciones ha permitido reducir en más del 50% los tiempos de estadía en distintos puertos, lo que confirma el alto potencial de mejora si se actúa con planificación y compromiso.

Un impacto que trasciende las fronteras

Las ineficiencias en los puertos brasileños no afectan únicamente al comercio local. Dado el peso de Brasil como hub logístico regional, especialmente en el Cono Sur, los retrasos y costos adicionales tienen consecuencias en otros países que dependen de la conectividad con el sistema portuario brasileño.

Paraguay, Bolivia y partes del norte argentino —todas zonas sin litoral marítimo— dependen de puertos brasileños para mover su comercio exterior a través de corredores fluviales e intermodales. Las demoras en las terminales brasileñas repercuten en tiempos de tránsito más largos, mayores costos de transporte y menor confiabilidad para importadores y exportadores de toda la región.

En un contexto en el que América del Sur busca integrarse más fuertemente a través de cadenas logísticas eficientes, las falencias estructurales de Brasil generan un efecto cascada que compromete no solo su competitividad, sino también la de sus vecinos. Resolver estas ineficiencias no es solo una necesidad local, sino una responsabilidad regional.

Fuente: https://www.infobae.com/tag/policiales

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