“Con un millón de las ocho millones de especies de plantas y animales del planeta en peligro de extinción y escasos fondos para proteger la naturaleza, el mundo necesita muchos más líderes como Sandra”, publicó la revista Time al distinguir como una de las 100 personalidades más influyentes del mundo a la bióloga argentina Sandra Díaz, investigadora superior del Conicet y docente en la Universidad Nacional de Córdoba (UNC).
La publicación estadounidense confecciona todos los años una selección de las 100 figuras globales más relevantes dividida en 6 categorías: artistas, líderes, íconos, innovadores, titanes, pioneros. La ambientalista argentina es una de los 7 latinos que figuran en la nómina y fue incluida en la categoría innovadores.
Este año Time destacó la influencia del presidente argentino Javier Milei, el mandatario estadounidense Donald Trump y la mexicana Claudia Sheinbaum, los empresarios Elon Musk y Mark Zuckerberg, la gimnasta Simone Biles, y la actrices Demi Moore y Scarlett Johansson, entre otras personalidades.
Díaz desarrolló en sus trabajos el concepto de “diversidad funcional”. Que consiste en considerar no solo el número de especies sino en comprender cómo interactúan con su entorno y cómo afectan al resto del tejido vivo
El mes pasado, Infobae eligió a Díaz como una de las 8 mujeres argentinas más destacadas por su rol en la ciencia nacional y su proyección internacional: en febrero, la bióloga recibió el premio Tyler de Logro Ambiental 2025, conocido como “el Premio Nobel del Medio Ambiente”.
Time describó a Díaz con una analogía: “Los buenos maestros no solo conocen el número de niños en su guardería, sino que también comprenden las características de cada uno y la dinámica de las interacciones en clase. Lo que un buen maestro hace en el aula, la ecóloga Sandra Díaz lo hace por el mundo natural”.
La ecóloga , incluida en la categoría Innovadores junto a otros referentes globales como el influyente músico Snoop Dogg, el arquitecto Ma Yansong y el poderoso CEO de BlackRock, Larry Fink, fue elegida por su trabajo científico en la comprensión y protección de los ecosistemas globales.
En 2019, fue incluida como una de las diez personas más influyentes de ese año en la ciencia por la revista Nature y ganó el premio Princesa de Asturias en España
La abogada Elizabeth Maruma Mrema, directora adjunta del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente desde 2023, fue quien escribió el perfil de Díaz en Time.
La funcionaria de la ONU describió a Díaz no solo como “una amante de la naturaleza”, sino como “una diplomática incansable en primera línea de la triple crisis planetaria del cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la contaminación”.
Nacida en 1961, la investigadora superior del Conicet en el Instituto Multidisciplinario de Biología Vegetal (IMBIV) y docente investigadora en la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de la UNC, es una defensora incansable de la idea de que la biodiversidad es esencial no solo para la salud del planeta, sino también para el bienestar humano.
“La biodiversidad no es solo un conjunto de seres vivos. Es el tapiz entretejido de la vida misma, que sostiene el funcionamiento del planeta y, en última instancia, nuestro bienestar”, expresó a Infobae.
El concepto de “diversidad funcional”
Uno de los principales logros de Díaz es el desarrollo del concepto de “diversidad funcional”, que cambia la forma en que entendemos la biodiversidad. En lugar de limitarse a contar especies, Díaz profundiza en cómo estas especies interactúan entre sí y con su entorno.
La científica argentina advirtió que la pérdida de biodiversidad puede ser tan devastadora como el cambio climático (gentileza Fundación Bunge y Born)
Como ella misma explica, “no todas las plantas —ni todos los seres vivos— aportan lo mismo al ecosistema. Algunas fijan carbono, otras controlan el agua, algunas protegen los suelos”.
En su investigación, demuestra que la naturaleza no está separada de nosotros, sino que somos parte de ella. Como afirmó en varias entrevistas, “la naturaleza no está ahí afuera, separada de nosotros”.
Esta visión desafía los paradigmas tradicionales que perciben a los seres humanos como ajenos a los ecosistemas. Según Díaz, estamos conectados con el resto de los seres vivos a través de procesos ecológicos y biológicos, compartiendo un ancestro común y relaciones interdependientes que afectan tanto a nuestra salud como a la de los ecosistemas.
A lo largo de su carrera, ha recibido numerosos premios y distinciones internacionales, como el Premio Tyler de Logro Ambiental 2025, un galardón considerado el “Nobel del Medio Ambiente”. Además, su inclusión en la lista de la revista Nature como una de las científicas más influyentes en 2019 y su premio Princesa de Asturias en 2019 demuestran la relevancia global de su trabajo.
En 2023, Díaz fue reconocida con el Premio Konex de Brillante en Ciencia y Tecnología en Argentina y la Medalla Linneana por la Sociedad Linneana de Londres.