La modelo brasileña Emmily Rodrigues fue hallada muerta el 30 de marzo de 2023 en un edificio de la calle Libertad, en el barrio porteño de Retiro. Cayó al vacío de de un sexto piso, en medio de una fiesta organizada por el empresario Francisco Sáenz Valiente, que incluyó drogas varias como tusi y cocaína. Hoy, Sáenz Valiente continúa procesado sin prisión preventiva, con una tobillera electrónica desde junio de 2023, acusado del homicidio culposo de la brasileña y de haberle suministrado las drogas que, se presume, la llevaron a la muerte.
El daño al cuerpo de Emmily fue particularmente grave. La autopsia realizada en la Morgue Judicial por el respetado forense Héctor di Salvo detectó 27 heridas superficiales distintas. Halló que los pulmones fueron desgarrados, así como su hígado. Sufrió una triple fractura en su pelvis y otra en el fémur derecho. En sus conclusiones, Di Salvo afirmó que todas estas heridas eran compatibles con la caída que sufrió. No se hallaron, por ejemplo, lesiones compatibles con abuso en sus genitales. Tampoco heridas de maniobras defensivas ante un ataque. Los estudios toxicológicos, por otra parte, dieron positivo para alcohol, marihuana, cocaína, MDMA y ketamina.
Sin embargo, en medio de la espera, la semana próxima, la Sala VI de la Cámara Criminal y Correccional realizará una audiencia clave para la causa, donde analizará la situación de una figura de interés. Se trata de la médica brasileña Juliana Magalhaes Mourao, presente en la fiesta de Retiro. Amiga del empresario, fue, precisamente, quien llevó a Emmily al lugar.
Magalhaes, de 39 años, fue inicialmente acusada por el Juzgado N°31 a cargo de Luis Schelgel, para luego ser sobreseída el 7 de febrero último. La querella de la familia de Emmily, a cargo de Raquel Hermida Leyenda, decidió apelar este sobreseimiento. Esa apelación será tratada el miércoles próximo en la Sala VI, presidida por el camarista Julio Lucini.
Las últimas imágenes con vida de Emmily Rodrigues, la modelo que murió tras caer de un sexto piso en Retiro
Por qué sobreseyeron a la médica
A Magalhaes se le reprochó que, como especialista de la sald, no asistió a la víctima en el lugar. Lo cierto es que se llamó a una ambulancia. Tras la crisis y la caída de Emmily, Sáenz Valiente mantuvop un diálogo con un operador del 911. Schelgel apuntó que, “de acuerdo a la captura de pantalla obtenida en sede policial del celular de Juliana Magalhaes Mourao, a las 9:09 horas –es decir, cuatro minutos antes de la primera comunicación al servicio de emergencias- discó en su teléfono 110, 109 y el servicio de emergencias”.
“En efecto, si bien existió en autos un resultado fatal, no existe una violación al deber objetivo de cuidado. Mucho menos puede afirmarse alguna relación de determinación entre el resultado y el ámbito de protección de la norma que prohíbe suministrar estupefacientes (mucho menos tusi y cocaína con bebidas alcohólicas) que no fue de su incumbencia”, continuó el juez.
La querella que representa al padre de Emmily apuntó en su apelación: “Pese a ser médica, no prestó ningún tipo de auxilio a la víctima, quien presentaba evidentes señales de un cuadro de excitación psicomotriz, creado por la provisión de estupefacientes de Sáenz. A su vez, tampoco intervino cuando la víctima se hallaba forcejeando con el imputado en la ventana del inmueble”.
Mientras tanto, lo que declaró Magalhaes en la causa, su indagatoria, a la que este medio accedió en forma completa, es de particular interés, con un enfrentamiento particular con una testigo.
Emmily en el restaurant Gardiner junto a otra amiga antes de dirigirse al departamento de Sáenz Valiente
Juliana mantuvo un conflicto con Brenda, una amiga de Emmily, que declaró como testigo. “Francis es el sugar de Juliana, es decir, una persona mayor que la banca y, además, es el novio. Eso lo sé a través de todo lo que pasó y yo siendo la mejor amiga de Emmily”, afirmó ante la Justicia. Que Sáenz Valiente haya sido el sugar daddy de la médica de 39 años, que tuvo casi una decena de empleos en blanco en la Argentina, parece improbable.
Brenda, una joven de 24 años con domicilio en Llavallol, tiene un rol polémico en la causa: fue denunciada por los defensores de Sáenz Valiente, acusada de entrar al departamento de Caballito de la víctima menos de un día después de su muerte para supuestamente llevarse 90 mil dólares y 600 mil pesos, así como joyas y, lo más preocupante de todo, una computadora Apple.
Sobre Brenda, Magalhaes aseguró que comenzó a difamarla con varios perfiles de Instagram anónimos. “Me ha complicado la vida”, aseveró.
“Francis”
En su indagatoria, Magalhaes aseguró, con respecto a una serie de preservativos hallados en la escena, que fueron peritados por la Policía de la Ciudad y en donde no se encontró semen y sangre humana:
“Si Francis es una persona sucia que tiene forros tirados dentro de la habitación, ¿qué culpa tengo yo? Nunca existió ningún tipo de relación sexual en ese departamento, la reunión no tuvo ningún fin sexual. Emmily tenía dinero en efectivo en su cartera, 60 mil pesos, porque ella no tenía tarjeta de crédito, que todo lo que ella pagaba era en efectivo y era mentira que era un pago por prostitución… Soy profesional y nunca fui ni tuve en mi vida algún indicio de prostitución, soy estudiante, soy madre, trabajo y Francis siempre fue mi amigo, jamás tuve ninguna relación sexual con él”, afirmó.
Francisco Sáenz Valiente
La muerte de Rodrigues, aseveró la médica, “fue una fatalidad y un suicidio y a partir de toda esta situación me arruinaron la vida, los medios, los abogados, porque siempre sexualizaban la situación como una parte machista, en las autopsias se determinó que no existió violación”.
Aseguró, también, que cuando comenzó “el brote psicótico” de Rodrigues, entre las 8:45 y las 9 de aquel día, ellla y Sáenz Valiente empezaron a llamar a los servicios de emergencia. “El SAME tardó mucho en llegar y, de haber arribado antes, la situación se habría evitado, que siempre hicieron lo imposible para evitarlo”, cita una transcripción.
“Ninguna persona durante esa noche la indujo a consumir y ‘Francis’ tampoco ofreció ningún tipo de drogas a nadie. Sí había sustancias en la mesa, pero nadie ofreció”, finalizó Magalhaes.