Los ex participantes del reality show Gran Hermano, Martín Ku y Nicolás Grosman, quedaron en el centro de la polémica tras ser denunciados por promocionar, en sus redes sociales, una supuesta oferta laboral en Rusia destinada exclusivamente a mujeres jóvenes de entre 18 y 22 años. La denuncia apunta a que la propuesta podría estar relacionada con una red de trata de personas con fines de explotación.
La presentación judicial fue realizada por el activista Pablo Salum, fundador de la Red LibreMentes, quien anunció en su cuenta de X (ex Twitter) que solicitó a las autoridades una investigación formal para esclarecer el trasfondo de la convocatoria. “Radicamos una denuncia formal para que se investigue si detrás del ofrecimiento laboral de los participantes de Gran Hermano, Martín Ku y Nicolás Grosman, podría estar operando una organización coercitiva, posiblemente con vínculos entre Argentina y Rusia”, publicó Salum.
En el video que difundieron los influencers desde Rusia, se los ve entusiasmados con el proyecto: “¿Se enteraron del programa internacional de empleo en Rusia con un salario que oscila entre 860 a 1000 dólares? ¡Vamos juntos! Si sos una chica entre 18 y 22 años y tenés ganas de trabajar en el exterior, escuchá esta propuesta que te va a encantar”, dicen en el material que generó alarma.
Los jóvenes aseguran estar “en el corazón de Tatarstan” y afirman que “recorrieron todo el lugar y les pareció muy, pero muy lindo”. Luego, vuelven a insistir: “Si sos una chica entre 18 y 22 años y estás buscando irte al exterior a trabajar, esto puede ser para vos”.
La empresa detrás de la propuesta sería, según los ex GH, una organización llamada Start, que contaría con “25.322 puestos de trabajo” y vínculos con consulados y ministerios. Sin embargo, Salum cuestionó fuertemente la veracidad de esta información. En el escrito judicial, se resalta que la única cuenta oficial que parece representar a la compañía es @star_program_latam en Instagram, creada el 28 de marzo, sin verificación y con menos de 500 seguidores.
“Todo esto refuerza la sospecha sobre su autenticidad y operatividad como agencia de empleo internacional”, subraya el documento presentado.
Según la denuncia, Ku y Grosman habrían incurrido en prácticas de “engaño” y “abuso de poder” para reclutar jóvenes, sin detallar la identidad de los supuestos empleadores ni ofrecer garantías contractuales. Salum fue tajante: “La forma en que se presenta esta oferta laboral, dirigida únicamente a mujeres jóvenes y con promesas vagas, es preocupante. Podría tratarse de una estrategia de captación encubierta”.
El activista fundamentó su acusación en el artículo 145 bis del Código Penal argentino, que penaliza con dureza los casos de trata, especialmente si se comprueba que las víctimas fueron captadas mediante engaño o eran menores de edad.
De confirmarse las sospechas, los ex participantes del reality podrían enfrentar penas de prisión agravadas. La denuncia ya fue presentada ante las autoridades judiciales, que ahora deberán determinar si se abre una investigación formal por trata de personas.
Hasta el momento, ni Ku ni Grosman realizaron declaraciones públicas tras la presentación del caso.