El artista plástico argentino Helmut Ditsch, reconocido por sus enormes pinturas inspiradas en la naturaleza argentina, batió hace pocas semanas un nuevo récord de venta para un artista nacional a través de una pintura que recrea al glaciar Perito Moreno. Fue adquirida en más de 1,6 millones de euros por una fundación austriaca que pertenece a uno de los más importantes empresarios de Europa, Han Peter Haselsteiner.
Entre los motivos preferidos de sus pinturas figuran, además de los glaciares, las montañas y los mares, los desiertos y salares. Este último fue el paisaje elegido para su última obra, Punto sin retorno, tercera tela que compone una zaga inspirada en el Salar Grande.
El artista visitó este punto de la geografía argentina en varias ocasiones, y lo destaca entre sus predilectos para su obra. “Existen momentos a lo largo de la vida en los que no se nos está permitido volver el tiempo atrás, y es en esos momentos en los que el horizonte se nos presenta como la única, y la mejor, opción. Solamente allí radica la esperanza”, sentencia el artista.
Tras haber superado dos veces el récord argentino para la venta de una obra de arte, la primera vez en 2010 con una obra inspirada en el mar (se pagaron 875 mil dólares -superando la marca que tenía Antonio Berni con “Desocupados-); y seis años más tarde, haciendo lo propio con la gigantesca pintura Cosmigonón, que representa al glaciar Perito Moreno (7,30 metros de largo por 2,73 de alto), adquirida por una empresa de Europa en 1,5 millón de dólares, es que ahora Helmut Ditsch pone fin a la serie Punto sin retorno con esta nueva obra inspirada en el Salar.
“La metáfora que representa Punto sin retorno proviene del lenguaje aeronáutico. A falta de combustible para volver atrás, sólo queda avanzar”, explica Ditsch. Ante el desierto, uno enfrenta esa misma situación respecto a la cuestión del agua. Pero ese título es también una alegoría a la vida porque desde que nacemos, cada vez más nos alejamos de nuestro punto de partida sin que se nos esté permitido volver atrás. A pesar de ello, siempre hay una esperanza en el horizonte que nos da aliento para seguir adelante”.
Una biografía de Helmut Ditsch
Nacido en 1962 en Villa Ballester, provincia de Buenos Aires, Ditsch emigró hacia Europa en 1988. Estudió en la Academia de Bellas Artes de Viena y tras un importante encargo del Banco Nacional de Austria, en 1997, su carrera ya no se detuvo, guiada por sus enormes pinturas de la Naturaleza, la mayoría de ellas inspirados en la Argentina. Hoy reside en Vaduz, capital de Liechtenstein, al pie de los Alpes, y cada año regresa a la Argentina para reencontrarse con su familia.
Durante este viaje, el artista argentino también aprovecha para avanzar sobre la que será su primera experiencia fílmica, un recorrido poético sobre su vida y su arte, y que al momento de ser presentada en el país, lo hará acompañada de una gran muestra que incluirá a las tres obras que componen la serie del Salar.
Esta tercera obra de Helmut Ditsch sobre este punto emblemático del Norte argentino, evoca también a la esposa del artista quien, siendo muy joven, fallecería de una enfermedad hace alrededor de 15 años. “Las primeras dos obras las pinté con Marion a mi lado y ahora, sin ella, sentí que era momento de terminar el ciclo, como el fin de un doloroso duelo”, confiesa el artista. “Por eso el cielo de esta última obra es liberador. Tras el dolor, pude encontrar de nuevo la paz en mi interior”.