El mercado mayorista exhibió este jueves un discreto monto operado de USD 280,1 millones en el segmento de contado, unos USD 80 millones menos que el miércoles. El Banco Central finalizó su intervención con ventas por USD 62 millones, lo que amplió a USD 310 millones el saldo negativo en lo que va de abril.
El Central efectuó ventas en el segmento de contado en 17 de las últimas 18 ruedas operativas.
Las reservas brutas restaron USD 21 millones a USD 24.712 millones, tras haber alcanzado el martes el stock más bajo desde el 22 de enero de 2024. Fuentes del BCRA indicaron que “las reservas bajan sólo USD 21 millones porque la suba de cotizaciones compensa las ventas del miércoles” por USD 165 millones, que se contabilizan en el balance de hoy. Las tenencias de yuanes y oro en reservas mejoraron en el día 0,4% y 3%, respectivamente, frente al dólar.
Desde que Javier Milei llegó al Gobierno, las compras netas ejecutadas por el Banco Central en la plaza de contado ascienden a unos 23.088 millones de dólares. Asimismo, las reservas brutas marcaron en el mismo plazo un ascenso de USD 3.504 millones o un 16,5%, desde los USD 21.208 millones del 7 de diciembre de 2023, limitadas en este caso por pagos de deuda en moneda extranjera, entre otros conceptos.
Según adelantó Infobae, tras el acuerdo con el FMI, la Argentina avanzará hacia un esquema cambiario más flexible con flotación administrada del dólar. El Gobierno descarta una devaluación abrupta del tipo de cambio oficial, más todavía porque puede implicar una aceleración de la inflación antes de las elecciones. El equipo económico confía en la secuencia de su programa. La idea es comenzar por la eliminación del crawling peg, actualmente del 1% manual, y luego pasar a un sistema de intervenciones administradas que sean coordinadas con el Fondo. No está claro si habrá bandas explícitas o si será un esquema discrecional.
Alejo Costa, Head of Economics Research & Strategy de Max Capital, explicó que “la presión sobre el tipo de cambio y la inflación no proviene solo de la base monetaria, sino del conjunto de pasivos en pesos de corto plazo, ya sea en forma de M3 (base monetaria ‘amplia’) o de cuentas de money-market. No es solo nuestra visión: eso es lo que indica la teoría económica. El sesgo contractivo de la política monetaria se define por las tasas de interés, no por el nivel de la base o la ‘base amplia’. Salvo que el Gobierno tenga la intención de dolarizar -en cuyo caso esos pasivos remunerados en pesos deberían convertirse en pasivos en dólares-, la relación entre reservas internacionales y base monetaria es irrelevante, y la idea de ‘escasez de pesos’ una medida incompleta”.
“Vemos con frecuencia un foco excesivo por parte de analistas locales en la ‘demanda de dinero’, un concepto que puede ser útil como vehículo imperfecto para entender ciertas dinámicas -el ‘éter’ de la economía de los años ‘70-, pero que no es fuente de shocks, como quedó claro en estos días. La demanda de dinero se ajusta ante nueva información, cambios en expectativas o rebalances de portafolio, con una aceleración de la velocidad para acomodar ventas de bonos, muchas veces desde cuentas de money-market, como se vio el último mes, con fondos moviéndose desde T+1 y renta fija hacia money market para adaptarse a esa dinámica”, detalló Alejo Costa.
El BCRA dio cuenta de que el 7 de abril, los depósitos privados en dólares cedieron USD 60 millones, a 29.214 millones de dólares.
En 2025 los depósitos en moneda extranjera en efectivo exhiben una baja de USD 2.126 millones o 6,8%, desde los USD 31.340 millones del 30 de diciembre, mientras que ceden USD 5.364 millones o un 15,5% desde el récord de USD 34.578 millones del 31 de octubre de 2024.