Declaró el médico que trató a Maradona en el 2000 y dijo que la internación domiciliaria donde murió Diego fue “arriesgada”

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Mario Alejandro Schiter

Mario Alejandro Schiter, el doctor que trató a Diego durante su peor crisis de salud y hasta lo acompañó a Cuba para recuperarse del cuadro cardíaco que sufrió en el 2000, declaró en la novena audiencia del juicio por la muerte de Maradona y complicó al imputado Leopoldo Luque cuando remarcó que la internación domiciliaria que decidió para tratar al Diez era “arriesgada” por su historial de salud.

Ya lo había dicho en noviembre de 2020, cuando las autoridades de la Clínica Olivos lo convocaron tras la cirugía de cabeza del ídolo para que opinara sobre cuál sería el mejor lugar para que Diego continuara con su recuperación. No le hicieron caso.

“Para mí tendría que haber ido a un centro de rehabilitación”, dijo este martes frente a los jueces del TOC N.º 3 de San Isidro.

Lo mismo le había sugerido a los familiares de Diego y a Luque, el médico de cabecera de aquel entonces, durante la reunión de externación que tuvo lugar en la mencionada institución médica días antes de la muerte.

“A mí me dijeron que diga lo que pensaba. Cuando hice la propuesta se hizo un cuarto intermedio y a la vuelta me comunicaron la decisión, que se iba a optar por una internación domiciliaria. Le llamaron así. Yo dije que ningún problema, pero me puse a disposición”, declaró el profesional, que semanas después participó como veedor de la autopsia del Diez por pedido de Claudia Villafañe.

Diego Maradona durante su internación en el año 2000 (Fotos: Jorge Luengo)

Schiter era un médico conocido en el entorno familiar de Maradona porque fue uno de los que lo ayudó a recuperarse del cuadro cardíaco crítico que sufrió en enero del 2000 en Punta del Este. “El riesgo de mortalidad era muchísimo más grande en ese momento”, dijo al compararlo con cómo estaba el astro del fútbol en noviembre de 2020.

En este sentido, deslizó que el desenlace fatal de Maradona se pudo haber evitado con un seguimiento adecuado y subrayó que el estado en el que vio su cuerpo del Diez tras la muerte denotaba un cuadro que venía generándose hace varios días.

Con esto complicó a los siete imputados en la causa. Particularmente a Luque, Cosachov y Díaz -los integrantes del equipo médico personal de Diego-, a quienes también puso en el centro de la escena cuando dijo que la decisión de una internación domiciliaria en ese momento fue riesgosa para él, teniendo en cuenta su historial médico.

“Cuando un paciente está de alta hospitalaria, no necesariamente está de alta médica. Por el hematoma subdural (que lo habían operado) no había nada más que hacer, pero por su situación médica sí”, aclaró. Y agregó: “El centro de rehabilitación era un centro más protegido para él. De la salida de un sanatorio de alta complejidad, llevarlo a la casa, me parecía al menos arriesgado”.

Maradona junto a Claudia Villafañe tras el cuadro cardíaco del Diez en el 2000 (Fotos: Jorge Luengo)

Schiter dijo que él no tuvo la oportunidad de hablar con Luque directamente durante la única vez que lo vio, pero dijo que le “hubiera gustado para transmitirle la experiencia personal”. “Así lo hizo Cahe (histórico médico de Maradona) conmigo cuando fuimos a Cuba y fue invalorable. Me dijo ‘no le des esto, esto y esto porque yo y le di y no funciona’”.

Luego detalló qué hubiera puesto él en la internación domiciliaria de Maradona. Comenzó haciendo mención a la “aparatología cardíaca”, cuya ausencia fue remarcada por varios de los testigos que ya pasaron por la sala de audiencias de San Isidro.

“Hubiera optado por equipar el sitio como una unidad cardiológica con la aparatología mínima que se requiere. Yo hubiera pedido un electrocardiógrafo, equipo para hacerle análisis de laboratorio, un saturómetro, un monitor las primeras horas, la asistencia de oxígeno y equipo de ventilación no invasiva”, describió.

Y agregó: “Hubiera replicado lo que esperaba que me brinde un centro de rehabilitación en el centro que se elija. Él no era un paciente sencillo de manejar, por el conocimiento de haberlo tratado directo en el peor momento de su vida, porque el riesgo de mortalidad era muchísimo más grande en ese momento”.

La historia de Schiter con Maradona y su rol en Cuba

En su declaración, el médico relató cómo conoció a Diego y explicó las razones que lo llevaron a mantener una buena y estrecha relación con él durante un período crítico de su vida.

“Yo lo conocí a fines de 1999, cuando no era infrecuente que Maradona viniese a FLENI (donde él trabajaba) para hacerse chequeos neurológicos. Ya empezaban principios de investigación con respecto a drogas de abuso y yo pude tener una relación muy cercana con él porque yo no soy el típico futbolero que se dejaba llevar por esas situaciones (estar frente a él) y eso nos permitió acercarnos. También teníamos hijos de la misma edad”, recordó.

Cuando tuvo su primera crisis cardíaca en Punta del Este, en enero de 2000, lo convocaron para darle asistencia.

Maradona con Claudia Villafañe y equipo médico en Cuba

“Se me asignó para recibirlo en un vuelo sanitario y yo iba con una terapia intensiva móvil para recibirlo allí y llevarlo a Fleni en el contexto de una desintoxicación de drogas de abuso que le generó un cuadro cardíaco gravísimo que muy pocas personas sobreviven. Fue una arritmia ventricular gravísima llamada “Torcida de punta” que es fatal en la mayor parte de los casos. Puede ser congénita, que no es el caso, o provocada por sustancias psicoactivas o drogas de abuso como era este caso”, explicó.

Y recordó: “Vino en una condición muy crítica hasta que iniciamos una desintoxicación. Se descartaron problemas neurológicos secundarios y lo derivaron a un centro cardiológico”.

Tras un incidente en la clínica donde Maradona estaba internado en aquel entonces, relacionado con el ingreso de un presunto “médico falso” que intentaba acercarse a él para darle sustancias, se decidió que Diego sea trasladado a otro lugar.

Se barajaron centros de rehabilitación en Estados Unidos, Canadá y Cuba. El Diez eligió la tercera opción. Y Schiter, junto al médico Cahe, lo acompañó. También viajó su entonces representante Guillermo Coppola, su pareja Claudia Villafañe, los padres del ídolo y un neurólogo.

“El resto del equipamiento y el manejo del paciente en el traslado estaba a mi cargo. Cuando se estabilizó, ya pudimos organizar una salida lentamente pautada del hospital. Me quedé en Cuba hasta que todos definimos que ya podía seguir su recuperación sin un terapista al lado. Volví y no volví a tener contacto con él”, declaró.

Fuente: https://www.infobae.com/tag/policiales

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