El actor Kevin Bacon, conocido por su icónica interpretación en la película Footloose de 1984, reflexionó recientemente sobre los desafíos que enfrentó al alcanzar la fama a una edad temprana. Durante una entrevista en el programa Mythical Kitchen’s Last Meals, Bacon, ahora con 66 años, compartió cómo el éxito repentino lo llevó a considerar abandonar Hollywood y buscar una vida tranquila en el campo. Según detalló el medio People, el actor describió este periodo como un momento de gran intensidad emocional y profesional.
Bacon tenía solo 25 años cuando su papel como Ren McCormack en Footloose lo catapultó al estrellato. La película, que se convirtió en un fenómeno cultural, narraba la historia de un joven que desafía las estrictas normas de una pequeña ciudad que prohíbe el baile. Este éxito no solo consolidó a Bacon como un ídolo juvenil, sino que también marcó el inicio de una carrera que se extendería por décadas. Sin embargo, según explicó el actor, la atención constante del público, los viajes interminables y una relación sentimental que no prosperaba lo llevaron a sentirse abrumado.
Después del éxito rotundo que fue ‘Footloose’, Kevin Bacon sólo anhelaba la soledad
“Creo que pasé por la intensidad de Footloose y el estallido hacia una especie de estrellato nacional, y luego intenté lidiar con eso”, confesó Bacon en la entrevista. El actor describió su ascenso a la fama como un cambio abrupto, comparándolo con pasar de “cero a 100″ en un instante. En medio de esta vorágine, comenzó a soñar con una vida más sencilla, lejos de los reflectores. “Pensé para mí mismo: ‘Solo seré un hombre con un perro y viviré solo. No necesito nada. No necesito a nadie’”, recordó.
El impacto de ‘Footloose’ y el deseo de escapar
El éxito de Footloose no solo transformó la carrera de Bacon, sino que también lo convirtió en un símbolo de la cultura pop de los años 80. La película, respaldada por una banda sonora inolvidable que incluía el tema principal de Kenny Loggins, fue un éxito rotundo en taquilla y dejó una huella imborrable en la industria del entretenimiento. Sin embargo, para Bacon, la fama que trajo consigo este proyecto resultó ser un arma de doble filo.
El actor, originario de Filadelfia, explicó que el ritmo frenético de su vida en ese momento lo llevó a anhelar la soledad y la tranquilidad. Este deseo lo motivó a considerar un cambio radical en su estilo de vida, alejándose de la industria que lo había hecho famoso.
Un nuevo comienzo en el campo junto a Kyra Sedgwick
Por un breve periodo, Kevin Bacon abandonó Hollywood y se fue a una granja en Connecticut junto a su esposa Kyra Sedgwick. Sin embargo, la experiencia no fue lo que esperaban
La vida de Bacon dio un giro significativo cuando conoció a su esposa, la actriz Kyra Sedgwick. Tras casarse, la pareja decidió mudarse a una pequeña granja en el oeste de Connecticut, donde intentaron construir una vida más sencilla y alejada del bullicio de la ciudad. Según relató Bacon, vivieron en una casa modesta que describió como “pequeña, destartalada y peculiar”.
Durante este periodo, Bacon se dedicó a tareas como cortar leña, mientras Sedgwick introdujo a los perros en su vida familiar. “Éramos nosotros y nuestros perros, Jane y Tybalt”, recordó el actor. Sin embargo, aunque Sedgwick apoyó inicialmente esta decisión, con el tiempo comenzó a sentir que la vida rural no era para ella.
El regreso a la ciudad y la decisión correcta
La pareja enfrentó su mayor desacuerdo cuando Sedgwick expresó su deseo de regresar a la ciudad. Según compartió Bacon, ella le dijo: “Esto es horrible. Quiero salir a almorzar. Quiero ir al cine o al teatro. Quiero comprar en el Village”. Este conflicto marcó un punto de inflexión en su relación, pero finalmente decidieron mudarse a Manhattan, una decisión que Bacon ahora considera como una de las mejores que tomaron.
El intento de huida no funcionó, y al final, Kevin y Kyra se mudaron a Manhattan, lo que consideraron “la mejor decisión de sus vidas” REUTERS/Danny Moloshok
“Fue lo mejor que hicimos”, admitió el actor, reconociendo que criar a sus hijos en la ciudad fue una experiencia enriquecedora. Además, Bacon destacó que sus temores iniciales sobre cómo afectaría esta decisión a su carrera resultaron infundados. “Conseguí trabajo. Todas esas cosas que temía que no sucedieran, sucedieron, y ella tenía razón. Una vez más, tenía razón”, concluyó.