El reciente incidente en el Colegio Secundario 5176 de Villa Esmeralda, donde un adolescente de 14 años ingresó armado con un machete, puso en evidencia una realidad preocupante: la limitada capacidad del sistema educativo para brindar apoyo psicológico y contención a los estudiantes. En la provincia, el Programa de Orientación Escolar (POE) cuenta con solo ocho equipos de profesionales para atender a 47 colegios secundarios en la Capital, una cifra que se muestra claramente insuficiente ante el crecimiento de problemáticas vinculadas a la salud mental y la violencia escolar.
“Lamentablemente, no podemos contar con el POE de forma permanente en todas las escuelas debido a la cantidad de establecimientos que deben atender. Se priorizan las situaciones más críticas, pero es evidente que el recurso es insuficiente para abordar la problemática de manera integral”, reconoció Claudia Casas, supervisora general del Nivel Secundario.
El POE habitualmente asiste a cada institución dos veces por semana, pero en este caso particular de Villa Esmeralda, reforzó su presencia en la escuela de Villa Esmeralda todos los días. “Nuestro equipo de psicólogos está trabajando intensamente con los estudiantes y el personal docente. En estos talleres se abordan temas como la resolución pacífica de conflictos, la contención emocional y el acompañamiento de los adolescentes en situaciones de crisis”, explicó Casas. No obstante, admitió que en muchos casos los equipos llegan cuando los conflictos ya han escalado, dejando a docentes y alumnos sin apoyo inmediato en momentos críticos.
Casas destacó la importancia del POE que aborda no solo casos de violencia sino también situaciones vinculadas a patologías psicológicas y consumo problemático. “Hablamos de contención no solamente en casos por alteración en los chicos, por comportamientos de violencia, sino que también tenemos casos como consecuencia de ciertas patologías psicológicas como esquizofrenia. Es fundamental contar con recursos para la atención de estos casos”, indicó. Incluso, advirtió, que se llegan a detectar riesgos de suicidio, en esos casos el equipo se instala en la escuela y trabaja toda una semana en la prevención.
Normalidad
Mientras tanto, las clases se reanudaron ayer con normalidad en la escuela de Villa Esmeralda. Casas informó que el estudiante agresor no volverá a la escuela y que continuará su educación a través del sistema virtual en una sede especializada del Centro Penal Juvenil N° 1 de barrio Castañares. “Desde el jueves pasado ya está participando en clases virtuales. Es un mecanismo que permite que continúe con su formación, aunque bajo un sistema diferente”, explicó la funcionaria.
Tras el incidente, la Justicia de Menores ordenó la detención del adolescente el viernes pasado. Fue imputado por lesiones leves, amenazas, homicidio en grado de tentativa, amenazas con arma, daños y robo agravado por el uso de arma. Según fuentes extraoficiales, el menor atraviesa una situación de profunda vulnerabilidad. “Es una situación que debe abordarse con una mirada integral. No se trata solo de una acción puntual, sino de un contexto social y familiar que influye en el comportamiento de los jóvenes”, sostuvo Casas.
Orden judicial para proteger al menor
La jueza en lo penal juvenil de primera nominación Tatiana Dip hizo lugar a una medida cautelar solicitada por el Defensor Oficial Penal Juvenil 2 y la Asesora de Incapaces 4 en representación de los intereses del adolescente involucrado en los hechos ocurridos la semana pasada en el Colegio Secundario 5176 de Villa Esmeralda.
Dispuso en este marco ordenar el cese, en forma inmediata de toda publicación, difusión, reproducción por cualquier medio público o privada de noticia datos, informaciones que permita de forma directa o indirecta de identificar al joven que está alojado provisoriamente en el Instituto Especializado Penal Juvenil Nº 1. Fuentes extraoficiales indicaron que el menor “presenta una situación de profunda vulnerabilidad”.