A horas de que los alumnos regresen a las aulas, el centro de la capital salteña se convirtió en el escenario de las compras de último momento para la vuelta a clases. Familias enteras recorren las peatonales del centro, buscando completar los faltantes de útiles escolares, uniformes y zapatos para comenzar el ciclo lectivo. Mientras el carnaval todavía se respira en las calles, los comercios aprovechan el último día para vender los productos más demandados en la previa al regreso a las clases.
En un recorrido realizado por El Tribuno, se observó cómo las peatonales estaban abarrotadas de gente con bolsas repletas de cartucheras, cuadernos, repuestos de hojas, uniformes y mochilas. Muchos de los compradores se centraron en los artículos más comunes que se terminan en el último momento: forros para los cuadernos, carpetas, repuestos de hojas y artículos de papelería en general.
Gente con compras escolares en el centro. Fotos: Pablo Yapura
“Lo que faltaba eran los repuestos de hojas y algunas cositas como los forros. Ya compré los cuadernos y la ropa en diciembre”, comentó Fernando, un abuelo que recorría las tiendas con su nieto de ocho años. “Hemos encontrado buenos precios, sobre todo en librerías, donde los cuadernos estaban a dos mil pesos, lo cual está bastante bien”, dijo.
A pesar del feriado, las tiendas de útiles escolares se mantenían abiertas, con descuentos y ofertas destacadas. La competencia entre los comercios establecidos y los vendedores ambulantes también se hizo notar.
“Recorrimos varias tiendas, hay mucha diferencia de precios. Acá en la peatonal encontramos mochilas desde 35.000 pesos, pero en otros locales estaban a 40.000” relató Agustina, quien estaba de compras con su madre para sus tres hermanas, quienes comenzarán este año desde el primer hasta el séptimo grado. “Hoy estamos buscando lo que falta, como las carpetas y los cuadernos, pero ya tenemos todo listo para el regreso al cole de mañana”, indicó.
Los precios y las compras que hicieron algunos salteños
El día transcurrió con un movimiento intenso de personas, muchos de ellos aprovechando el último día de vacaciones antes del retorno a clases. En las tiendas de uniformes, los precios varían, pero se pueden encontrar conjuntos deportivos desde 15.000 pesos hasta los 20.000, dependiendo del talle. Los guardapolvos, en tanto, oscilan entre los 15.000 y 20.000 pesos, y las mochilas entre 20.000 y 35.000 pesos. “El precio es un tema complicado, pero al menos ahora no hay tantas subas como en años anteriores”, comentó Enrique papá de una nena de 5 años, mientras observaba los modelos de mochilas exhibidos.
Lorena, una madre que se encontraba comprando los últimos repuestos para su hija, comentó: “Lo que me faltaba eran los repuestos de hojas, algunos forros, y poco más. Mi hija ya tiene todo listo para mañana”, explicó. Y detalló que el total de las compras rondó los 50.000 pesos, una cifra que incluye útiles escolares y ropa para el regreso al colegio.
¿Cómo lo vivieron los comerciantes?
Aunque los días feriados impactan en las ventas, desde la Cámara de Comerciantes Unidos de Salta se ha señalado un leve repunte en las compras de último momento. “Aprovechamos la oportunidad, con comercios abiertos, para hacer nuestras ventas. Sin embargo, no podemos negar que los vendedores ambulantes ofrecen precios más bajos, lo que complica un poco el panorama”, comentó una referente del sector.
Entre los más pequeños, el regreso a clases es todo un acontecimiento. Los niños, acompañados por sus padres, abuelos o hermanos mayores, recorrieron los locales eligiendo con entusiasmo sus mochilas, cartucheras y calzado para la vuelta a clases. El encuentro familiar se convirtió en una actividad que trasciende las compras, ya que muchas familias aprovechan este último día de vacaciones para compartir un rato juntos.
“Es un momento especial para acompañar a mi nieto”, dijo Fernando, quien aprovechaba para elegir los útiles escolares para su pequeño nieto que empezará tercer grado. “No es sólo la compra, es compartir y hacer de esto un momento bonito”, expresó.
El panorama que se vivió en el centro de Salta esta mañana es el reflejo de un frenesí colectivo por prepararse para el regreso a clases. Mientras las mochilas y los cuadernos llenan las bolsas de las familias salteñas, se respira un aire de expectativas de un nuevo ciclo escolar.