Años después, una millonaria inversión permitió recuperar su esplendor. La transformación del Caesars Superdome restauró su infraestructura y lo convirtió en un recinto de primer nivel. Ahora, con el Super Bowl LIX en el horizonte, el estadio reafirma su lugar entre los escenarios deportivos más importantes de Estados Unidos.
De refugio de emergencia a escenario del Super Bowl LIX: la transformación del Caesars Superdome
El 29 de agosto de 2005, el huracán Katrina dejó una huella imborrable en Nueva Orleans. El Caesars Superdome, un símbolo de la ciudad, pasó de albergar eventos deportivos a convertirse en refugio improvisado para miles de personas. Los vientos destruyeron parte de su techo y las condiciones dentro del estadio se deterioraron rápidamente. Con la ciudad en crisis, el recinto quedó inutilizable por más de un año.
Así estuvo el estadio que ahora será sede del Super Bowl 2025. Foto: caesarssuperdome
La reconstrucción del Superdome comenzó con una inversión sin precedentes. Con un costo total de 185 millones de dólares, el plan de restauración abarcó mucho más que reparaciones básicas. La Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA) aportó la mayor parte del financiamiento, mientras que el estado de Luisiana, la NFL y el Distrito de Exposición y Estadios de Luisiana completaron los fondos necesarios.
Las primeras obras se enfocaron en restaurar la estructura principal del estadio. Se reemplazó toda la cubierta exterior dañada, se reforzó la infraestructura interna y se renovaron las instalaciones eléctricas. La intención era convertirlo en un espacio más moderno y preparado para eventos de primer nivel. En septiembre de 2006, el Superdome reabrió con un partido de los New Orleans Saints, lo que marcó el regreso del fútbol americano a la ciudad.
Las mejoras no se detuvieron en la primera fase de reconstrucción. En los años siguientes, el estadio experimentó cambios significativos. Se instaló un césped sintético de última tecnología, se añadieron ventanas para optimizar la iluminación natural y se modernizaron los sistemas de sonido y video. Además, se reemplazaron más de 400,000 pies cuadrados de revestimiento de aluminio en el exterior, y le devolvió al estadio su característico tono bronce champán.
Luego de muchos millones de dólares para su reconstrucción, así quedó el estadio. Foto: caesarssuperdome
Con la vista puesta en el Super Bowl LIX, la última renovación del Caesars Superdome llevó su infraestructura a otro nivel. Se añadieron escaleras mecánicas en las salas de club, cada suite recibió una actualización completa y se modernizó la experiencia de los aficionados con un sistema de pago electrónico.
El Caesars Superdome es un ejemplo de resiliencia. Lo que alguna vez fue un refugio de emergencia, hoy se posiciona como uno de los estadios más icónicos de Estados Unidos. Su historia, marcada por la tragedia y la reconstrucción, tendrá un nuevo capítulo cuando el Super Bowl LIX se juegue en su césped.
Un regreso inolvidable y un futuro de grandeza en la NFL
El 25 de septiembre de 2006, el Caesars Superdome reabrió sus puertas con una celebración histórica. Los New Orleans Saints enfrentaron a los Atlanta Falcons en un partido que simbolizó la recuperación de la ciudad. La noche estuvo marcada por un espectáculo musical con U2 y Green Day, además de la presencia del presidente George W. Bush en el lanzamiento de moneda.
Desde entonces, el estadio ha mantenido su prestigio como sede de grandes eventos. Su transformación permitió que Nueva Orleans continúe siendo un destino clave en el calendario deportivo. Con el Super Bowl LIX, el recinto igualará a Miami como la ciudad que más veces ha recibido el evento.
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