La violencia de género sigue siendo una de las problemáticas más complejas en Salta, y los esfuerzos para enfrentarla se ven constantemente desbordados por la falta de recursos y la escasa capacidad de respuesta ante la creciente demanda. Así lo afirmó la secretaria de las Mujeres, Género y Diversidad de la provincia, Itatí Carrique, quien en diálogo con El Tribuno destacó la falta de atención 24 horas como uno de los principales desafíos en la lucha contra esta grave problemática.
Actualmente, la secretaría de las Mujeres ofrece un servicio de atención de lunes a viernes, desde las 8 de la mañana hasta las 20. Este horario es considerablemente más largo que el de la mayoría de las instituciones del Estado provincial, pero aún insuficiente para cubrir la demanda de asistencia que se presenta durante las noches y los fines de semana. En esos horarios, las personas víctimas de violencia de género deben recurrir a otros organismos como las comisarías o las guardias del poder judicial, ya que la Secretaría no puede ofrecer soporte directo.
Denuncias en aumento
Según datos del Observatorio de Violencia, las denuncias por violencia de género suelen aumentar durante los meses de noviembre, diciembre y febrero, especialmente en horario nocturno. Este patrón evidencia la necesidad urgente de contar con una atención las 24 horas, ya que la violencia no tiene horarios y las víctimas requieren asistencia inmediata en cualquier momento del día o la noche.
Cambios en programas nacionales
Según Carrique uno de los factores que agrava la situación es la reducción de recursos destinados a políticas públicas de género a nivel nacional. Programas como “Acompañar”, que otorgaban un salario mínimo vital y móvil a las mujeres víctimas de violencia, fueron eliminados, dejando a la provincia con menos herramientas para ofrecer apoyo directo a las víctimas. Además, la línea 144, que brinda atención las 24 horas del día, también se ha visto afectada por el despido de trabajadores, lo que ha reducido su capacidad operativa.
Luego dijo que a pesar de estas dificultades, la secretaría continúa brindando asesoramiento y acompañamiento a las víctimas, aunque en condiciones limitadas. “Si bien no podemos ofrecer atención psicológica directa, derivamos los casos a las instituciones correspondientes, como las defensorías y el sistema de salud”, explicó Carrique.
La necesidad de una respuesta integral
La funcionaria también destacó que, si bien se hicieron avances en la concientización social sobre la violencia de género y las herramientas de denuncia, aún falta una respuesta integral y coordinada entre los diferentes poderes del Estado. Según Carrique, la emergencia por violencia de género sigue siendo necesaria, ya que la problemática tiene un carácter cultural y transversal que requiere la participación de todos los sectores, desde el Ejecutivo hasta el Legislativo y el Poder Judicial.
Luego comentó que para abordar esta situación, se lanzó en diciembre pasado el plan provincial para la Igualdad, un proyecto que busca una acción coordinada entre más de 30 instituciones estatales para enfrentar la violencia de género de manera más efectiva en los próximos años. “La violencia de género es un problema que requiere una respuesta integral y multicausal, y mientras no se logre esa visión en todos los sectores, la emergencia continuará siendo imprescindible”, finalizó Itati Carrique.