Su regreso ha sido visto como una oportunidad para redescubrirse y fortalecer su presencia como influencer en la región. En los últimos días, Valentina sorprendió a sus seguidores con una inesperada revelación sobre su vida personal en redes sociales. Publicó una imagen relajada junto a un hombre, que es nada más ni nada menos que su hermano.
“Nuestros días de convivencia. Mi hermano chocho de comer milanesas de soja, todos los días”. Ella aclaró inmediatamente que la convivencia es con su hermano, enfatizando el lazo familiar y refutando cualquier especulación de romance, lo mismo que se dio durante este visita de fin de año que le hizo a Enzo en Londres.
Tras haber estado inicialmente viviendo junto a su abuela, Valentina hizo planes para mudarse a su propio departamento en un emblemático edificio en Buenos Aires, el mismo donde vive la famosa Wanda Nara, marcando un nuevo hito en su camino hacia la independencia y reafirmación personal.
Paralelamente, el nombre de Enzo Fernández, su expareja, acapara titulares al rumorearse su acercamiento con la cantante Nicki Nicole. Mientras esas historias florecen, Valentina permanece centrada en el bienestar de sus hijos, Olivia y Benjamín. Su prioridad inquebrantable es ofrecerles un entorno cálido y lleno de amor, incluso en medio de los cambios.
Durante un reciente viaje de Enzo a Argentina, su reencuentro fue una oportunidad para que los niños disfrutaran de tiempo de calidad con su padre, con Valentina apoyándolos en cada momento, lo cual sigue reafirmando la relación cordial y enfocada en la familia que mantiene con su ex pareja.
La separación de Valentina y Enzo ha sido un paradigma de separación pacífica, dejando atrás seis años de vida compartida con un mutuo respeto que ha permeado incluso tras la ruptura. La modelo ha sido muy clara al hablar sobre la situación, indicando que ambas partes han decidido continuar sus caminos sin resentimientos y con la frente en alto.
Fuente: https://www.paparazzi.com.ar/