Robinho fue denunciado en 2013 por una violación grupal a una joven albanesa de 22 años en Milán. En 2017, el brasileño y los otros acusados fueron condenados a nueve años de prisión y a indemnizar a la víctima. Tres años después, en diciembre de 2020, la Justicia italiana confirmó la sentencia y, tras varias apelaciones, la Corte Suprema la ratificó en 2022.
Pese a la sentencia, Robinho no pudo ser detenido en Italia porque, antes de conocerse el fallo, regresó a Brasil, donde la Constitución prohíbe la extradición de sus nacionales. Es así que el 21 de marzo del 2024 fue detenido luego de que un tribunal brasileño homologara la condena y permitiera su cumplimiento en el país.
Robinho en la foto de ingreso a prisión.
Ahora, con la Navidad cerca, el ex futbolista del Real Madrid solicitó un permiso penitenciario para pasar las Fiestas con su familia; sin embargo, la petición fue denegada por el servicio de prisiones de Brasil: “El recluso Robson de Souza cumple una pena en régimen cerrado y no tiene derecho a la libertad provisional, beneficio que el poder judicial concede únicamente a los reclusos en régimen semiabierto. La Penitenciaría II de Tremembe, donde se encuentra recluido Robson, no realizará ningún programa especial con motivo de las celebraciones de fin de año.”
Robinho, su estadía y futuro en prisión
Tras la sentencia, Robinho comenzó un curso de electrónica básica para aprender a reparar televisores y radios, el cual está realizando a distancia con 600 horas de estudio. También dirige un programa de lectura, distribuyendo 500 libros al mes a otros internos. A pesar de las duras condiciones en la prisión de Tremembé, ha sido descripto como un recluso ejemplar, sin problemas con otros presos.
Robinho en la audiencia previa a entrar a la cárcel.
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