El presidente electo Donald Trump nominó al empresario petrolero Chris Wright, un empresario nacido hace 59 años en Colorado, para ocupar la Secretaría de Energía.
Egresado como ingeniero eléctrico de la Universidad de Berkeley y con una maestría en esa disciplina en el Massachusetts Institute of Technology (MIT), Wright es en la actualidad Chairman y CEO de Liberty Energy Inc., firma que cotiza en la Bolsa de Comercio de Nueva York (NYSE) cuya facturación anual es cercana a los 4 mil millones de dólares.
En simultáneo a la nominación del empresario experto en la técnica del fracking, cuya confirmación por el Senado se descuenta por contar con mayoría republicana (53 sobre 100), Trump anunció que Wright integrará también un renovado Consejo Nacional de Energía cuyo objetivo primordial será “producción, generación, distribución, regulación, transporte y permisos” energéticos.
Wright no se considera a sí mismo como un negacionista del Cambio Climático, pero ha sido un fuerte crítico de las políticas aplicadas durante la gestión de Joe Biden en esa materia.
Ha reconocido que el fenómeno es real, pero al mismo tiempo afirma que “no hay crisis climática”, y que el movimiento para mitigarlo reduciendo el uso de combustibles fósiles, “frenará el progreso global”. Agregó que, a su juicio, la industria manufacturera es el mayor consumidor de energía.
En una presentación ante el Comité de Servicios Financieros del Congreso realizada en abril de este año, Wright formuló una dura crítica a los defensores del Cambio Climático.
Expresó que la regla climática además de “ser una mala política pública, encarecerá la producción de energía aumentando los costos de cumplimiento y dificultando las condiciones para la inversión”.
Defensor a ultranza de la fractura hidráulica, el fundador de Liberty Energy (que actualmente cuenta con más de 5 mil empleados) indicó que del 10 por ciento de la producción total de energía primaria de los Estados Unidos proviene de pozos fracturados por su empresa fundada en 2011 en la ciudad de Denver.
Las exportaciones de petróleo crudo de EEUU establecieron un nuevo récord en 2023, exportando una media de 4,1 millones de barriles diarios, o sea, un 13 por ciento más que el récord anterior establecido en 2022.
El presidente electo Donald Trump nominó al empresario petrolero Chris Wright, un empresario nacido hace 59 años en Colorado, para ocupar la Secretaría de Energía (REUTERS/David Dee Delgado/ARCHIVO)
Wright se ha manifestado en contra de la intervención de la Securities Exchange Commission (SEC) en asuntos vinculados al Cambio Climático, y acusó al organismo regulador de haber modificado su práctica de varias décadas con resoluciones “arbitrarias y caprichosas”, sin los debidos fundamentos legales exigidos por la Corte Suprema de Justicia para las competencias de las agencias federales.
El presidente de Liberty Energy consideró que “sin hidrocarburos no habría forma de producir las enormes cantidades de acero y cemento que sustentan nuestro mundo”.
Y resaltó lo paradójico que resulta que incluso las turbinas eólicas, los paneles solares y las baterías están hechos de materiales para su fabricación que requieren “enormes cantidades de energía térmica derivada de hidrocarburos”.
En los comienzos de la pandemia a principios de 2020 el valor de petróleo se había desplomado. Fue entonces cuando Liberty compró el negocio norteamericano de fracking de la compañía Schlumberger a cambio de una participación del 37% en el capital de Liberty por un valor de unos 450 millones de dólares de ese momento. A su vez Liberty Energy es inversor y socio de empresas en Energía Geotérmica de próxima generación y baterías de iones de sodio.
De acuerdo a la revista Forbes, en la cartera de capital de riesgo de Liberty también está la empresa Oklo, que está desarrollando un reactor nuclear modular, de pequeña escala y refrigerado pasivamente que utiliza tecnología de neutrones rápidos. Recaudó 300 millones de dólares en una oferta pública inicial este año, y cuenta a Sam Altman y Peter Thiel, dos de los máximos gurúes de las nuevas tecnologías, entre sus principales inversores.
En una carta dirigida a los accionistas Wright expresó que el carbón es la principal fuente mundial de electricidad y contribuye alrededor del 36 por ciento, seguida por el gas natural en aproximadamente el 23%.
Wright es en la actualidad Chairman y CEO de Liberty Energy Inc., firma que cotiza en la Bolsa de Comercio de Nueva York (NYSE) cuya facturación anual es cercana a los 4 mil millones de dólares (REUTERS/Lucas Jackson/ARCHIVO)
En contraste, fuentes de energía bajas en carbono como la nuclear, la energía hidroeléctrica, la eólica y la solar en conjunto proporcionan algo más del 35% de la electricidad mundial.
Respecto a las críticas de los grupos ambientalistas sobre el uso del agua Wright detalló que 11 mil pozos fueron fracturados hidráulicamente en 2022 en los Estados Unidos, utilizando un promedio de 61,3 acres-pie por pozo.
El uso total de agua para la fracturación hidráulica es alrededor de 670 mil acres-pie. Esto es, según el titular de Liberty Energy, el 0,17% de todo el consumo de agua de Estados Unidos. En cambio, afirmó que 15.000 canchas de Golf estadounidenses utilizan 2,5 veces más agua que la fracturación hidráulica.
El Departamento de Energía solicitó al Congreso un presupuesto de 51 mil millones dólares para el año fiscal próximo en autoridad presupuestaria, lo que significa un aumento de 3.600 mil millones, o 7.5 por ciento, con respecto al año fiscal 2023.
El Presupuesto solicitado está dirigido a invertir en innovación para la economía energética; ampliar la investigación de vanguardia en los Laboratorios Nacionales; invertir en tecnologías críticas y emergentes, que promueven objetivos climáticos críticos, incluida la descarbonización industrial.
Entre los objetivos centrales del organismo se apunta también a lograr reducir los peligros para la salud y el medio ambiente de las comunidades en riesgo, reforzar la ciberseguridad y resiliencia del sector energético, y realizar inversiones históricas para fortalecer la economía de la Nación en materia de seguridad nuclear.
A su vez, el presupuesto incluye 10.600 mil millones de dólares en investigación, desarrollo, demostración y desarrollo de energía limpia y climática. A ello se suman programas de implementación, que incluyen más de 1000 millones para mejorar las tecnologías destinadas a reducir la contaminación de las industrias industriales.