(Desde Washington, Estados Unidos) Sin objeciones políticas y en un segundo, la Organización de Estados Americanos (OEA) fijó hoy la fecha del 10 de marzo de 2025 para elegir al futuro secretario General de la entidad.
La elección del sucesor de Luis Almagro se vinculará a la agenda regional del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, que apuesta a reglas más estrictas para combatir al narcotráfico, el terrorismo y las violaciones a los derechos humanos cometidos por Venezuela, Nicaragua y Cuba.
Sin el apoyo de la Casa Blanca, ningún candidato tiene posibilidades de alcanzar la conducción del foro regional.
Hasta ahora hay dos candidatos: el canciller de Paraguay, Rubén Ramírez Lezcano, y el ministro de Relaciones Exteriores de Surinam, Albert Randim, aunque es posible que aparezcan otras nominaciones respaldadas por México, Colombia, Chile y República Dominicana.
Donald Trump junto al canciller paraguayo Rubén Ramírez durante una cena en Mar -a- Lago, (Florida, Estados Unidos)
El presidente electo de los Estados Unidos apuesta a una agenda regional vinculada a quebrar los negocios ilegales organizados por bandas de narcotraficantes con grupos terroristas de Medio Oriente que se financian en América Latina.
Trump ya tiene información clasificada sobre las relaciones ilícitas entre Hezbollah y los carteles mexicanos que trafican Fentanilo y cocaína hacía las principales ciudades americanas. En este contexto, Estados Unidos apoyará un candidato que tenga una agenda en sintonía con la administración republicana.
El canciller de Surinam, Albert Randim, es apoyado por los países del Caribe (Caricom) y busca los votos de Chile, Colombia y México. Ramdin conoce como funciona la OEA, pero tiene un contrapeso legal que podría afectar su carrera como sucesor de Luis Almagro.
El canciller de Surinam, Albert Ramdin, durante su viaje oficial a Beijing, (China)
Trump y su equipo de transición diseñan una paquete de iniciativas para frenar la ofensiva de China en América Latina. Desde esta perspectiva, los apoyos del Caribe a la candidatura de Ramdin pueden funcionar como un obstáculo geopolítico. Ciertas islas caribeñas están asociadas a Beijing, o dependen de la ayuda energética o financiera de Venezuela.
En la agenda geopolítica de Trump, la crisis institucional en Cuba, Nicaragua y Venezuela serán prioridad. Y eso explica la designación de Marco Rubio como secretario de Estado. Rubio es descendiente de cubanos exilados y ya ha demostrado su predisposición natural a combatir la dictaduras que protagonizan Nicolás Maduro, Migue Díaz -Canel y Daniel Ortega.