La China Suárez se cruzó el océano, literalmente, para aterrizar en Madrid y ahí se encontró en la noche de la capital española con el piloto de Fórmula 1, el deportista de mayor crecimiento en las redes sociales y en la opinión pública por su desembarco exitoso en la élite del automovilismo.
Los celulares curiosos la filmaron en plena caminata con Franco en las callecitas de esa ciudad ibérica, en un horario nocturno y también la captaron en otro paseo durante el mediodía. Así, las pruebas confirmaron que charlaron muy empáticamente y que los une una extrema complicidad, que invita a pensar en un romance en ciernes.
Tal la repercusión que María Eugenia se convirtió en foco de los medios argentinos, que la buscaron al retornar a este suelo en el aeropuerto, donde evitó cualquier tipo de declaración. Este miércoles, las cámaras de Intrusos la encontraron en Palermo, tras una rutina en el gimnasio.
EL ENOJO DE LA CHINA SUÁREZ POR UNA SIMPLE PREGUNTA SOBRE SU AMORÍO CON COLAPINTO
Ahí, la China utilizó la excusa del celular en la oreja para no detener su marcha y no quiso hablar ni un ápice con el cronista. En medio de ese trayecto a su hogar, Suárez les espetó con tono tajante: “No voy a hablar, ya me conocen. No tengo nada para decir, quiero llegar tranquila a mi casa y no quiero que graben mi casa, estoy hablando por teléfono”.
Y finalmente, en esa actitud esquiva, María Eugenia le soltó una frase fortísima al movilero: “Te lo pido, no me sigan”. Esa idea de exigirles que detengan su trabajo y que no pretendan filmarla más, volvió a exteriorizarse de su inconsciente cuando les reiteró con mucha vehemencia: “Nada tengo para decir, no me sigan. Chau”.
Fuente: https://www.paparazzi.com.ar/