“La verdad que ahora, en este último tiempo, también aprendí que, ¿saben qué? Y, no soy tan fuerte como yo creía o como ustedes me veían”, afirmó en diálogo con La Nación y dejó en claro que “lloro, no duermo, tengo ansiedad y a veces estoy deprimido”. “Hago más terapia de la que tenía que hacer”, agregó.
Y, en cuanto a su estado de ánimo, reconoció que “no reniego con creerme que no soy tan fuerte o sentirme un poquito débil. Es lo que me toca, la estoy llevando a veces mejor y a veces peor”.
También habló sobre las complicaciones físicas que vivió a lo largo de su carrera: “Ocho veces me operé la rodilla. Públicamente se supieron cuatro o cinco, pero en privado me operé tres veces más. Y hoy en día, yo lo que pido es subir una escalera sin dolor o poder ir a Tandil manejando. Son casi cuatro horas de auto, yo las hacía de taquito, y hoy paro en La Flores diez minutos a estirar las rodillas porque me duelen”.