Con un acto realizado en el Centro Cultural Tartagal y más allá que la gran fiesta por el Centenario de la Capital del departamento San Martín se llevó a cabo el pasado 13 de junio, día de San Antonio de Padua, Tartagal celebró el primer centenario de la creación de la primera comisión municipal que dependiendo de San Ramón de la nueva Orán, le daba vida desde lo institucional a esta ciudad del norte argentino.
El acto contó con la presencia de algunos ex intendentes como Eduardo Leavy y Carlos Marcelo Abraham, hijo del seis veces jefe comunal tartagalense Alberto Abraham, de empresarios locales y descendientes de aquellos primeros pioneros que hacen más de 100 años llegaron al norte provenientes de diferentes continentes. La entrega de reconocimientos fue para los descendientes de Nicanor Sanz, uno de los cinco miembros de aquella primera comisión municipal que a instancias de los pobladores de aquel entonces se creó en esta parte del territorio salteño que pertenecía al departamento de Orán, ya que la creación del distrito San Martín recién se oficializó en 1948.
Los otros miembros de esa primera entidad política como el inmigrante español Sanz fueron el italiano Pedro José Roffini, considerado como el fundador del pueblo, Federico Schmid, Arturo Heguera y José Raventos, quienes residían en el pueblo desde hacía ya varios años dedicados a la explotación forestal de los montes que rodeaban a ese modesto pueblo conformado por casas de ladrillos de adobe o de madera.
Si bien los registros históricos que obran sobre todo en la ciudad boliviana de Tarija dan cuenta que el asentamiento comenzó a producirse varias décadas antes, se tomó como referencia de su fundación el 25 de setiembre de 1924 por la creación de esta comisión. Otro decreto municipal establece el 13 de junio del mismo año como la fecha fundación la que coincide con la festividad católica en honor a San Antonio de Padua, seguramente a pedido de los religiosos franciscanos que constituyeron un factor fundamental en el establecimiento de los pueblos del norte argentino, luego de las avanzadas que hacían a esta parte del país y desde el colegio de Propaganda Fides -Propagación de la fe- desde la ciudad boliviana de Tarija.
No fue hasta 1925 que los límites entre Bolivia y Argentina recién quedaron establecidos por las leyes de ambas naciones ya que hasta ese entonces los comerciantes de animales, vendedores ambulantes y pobladores iban y volvían por ambos territorios como si fuera uno solo, desde la capital de la provincia de Salta hasta Santa Cruz de la Sierra u otras ciudades como las del oeste boliviano.
Ex combatientes de Malvinas del departamento San Martín, fuerzas de seguridad y del Regimiento 28 de infantería Juana Azurduy entre otras instituciones participaron del acto..
En el mismo, el intendente de Tartagal Franco Hernandez Berni se dirigió a los jóvenes de Tartagal, representados por los abanderados y las escoltas de las diferentes instituciones escolares de nivel medio. “Ustedes portan nuestras banderas no solamente porque se destacan como estudiantes y en su desempeño escolar, sino porque son ustedes los que van a continuar en Tartagal el legado que reciben de los fundadores para la construcción y engrandecimiento de un graan ciudad”.
Hernandez Berni se refirió también ” a la importancia de las instituciones intermedias que día tras día forjan la historia de una comunidad , de un pueblo pujante. Hoy, a 100 años de aquel acontecimiento tenemos el desafío de proyectar políticas de estado para esta ciudad que sigue creciendo a lo largo y a lo ancho de nuestro municipio. Por eso nos hacemos responsables de resolver problemáticas que son históricas como la necesidad de tener agua en todos y cada uno de nuestros hogares. Cuando debemos enfrentar un problema nos hacemos cargo, no miramos de costado, no nos hacemos los desentendidos y por el contrario, nos convertimos en parte de la solución” remarcó el intendente tartagalense descendiente también de antiguos pobladores de origen europeo que en esos años eligieron la inhóspita región de transición entre la pedemontana y la llannura chaquueña pero que no contaba con agua corriente, electricidad, salud pública ni caminos óptimos que la conectaran con el resto de la provincia.