Maggie Smith, la aclamada actriz de amplia trayectoria en teatro, cine y televisión, falleció este viernes 27 de septiembre a los 89 años, según informó su familia a la BBC. Según el comunicado enviado al medio británico, la estrella de la saga Harry Potter murió pacíficamente en el Chelsea and Westminster Hospital, rodeada de familiares y amigos cercanos. Su publicista también confirmó el deceso a la agencia AP.
“Nos llena de profunda tristeza anunciar el fallecimiento de la Dama Maggie Smith”, dijeron sus hijos, los también actores Toby Stephens y Chris Larkin. “Como una persona intensamente reservada, estuvo con sus amigos y su familia en el final de sus días. Deja dos hijos y cinco nietos que están destrozados por la pérdida de su extraordinaria madre y abuela”.
Stephen y Larkin también agradecieron al equipo médico por “el cuidado y la amabilidad sin límites” que brindaron a la actriz hasta sus últimos momentos.
Maggie Smith fue parte del elenco principal de “Downton Abbey” durante la seis temporadas de la serie (Shutterstock)
Smith, considerada una de las actrices más destacadas de su generación, alcanzó la fama internacional en 1969 con su papel en The Prime of Miss Jean Brodie, que le valió un Óscar a la mejor actriz y un premio BAFTA. Años después, en 1978, ganó un segundo premio de la Academia como actriz de reparto por su interpretación en California Suite.
Durante más de seis décadas, Smith dio cátedra de su talento en los escenarios y en la pantalla, tanto en producciones teatrales de alto nivel como en películas y series televisivas.
En el siglo XXI, conquistó a una nueva audiencia con su papel de la Condesa Viuda de Grantham en Downton Abbey desde 2010 hasta 2015. Esta ficción de época consolidó su legado como una de las grandes figuras de la actuación británica y le hizo ganar dos premios Emmy.
Maggie Smith se convirtió en una de las figuras más queridas por los fanáticos de “Harry Potter” (Warner Bros, Pictures)
Hugh Bonneville, quien compartió escena con ella en Downton Abbey, la recordó como una “verdadera leyenda” y afirmó que su talento “formidable” y su aguda “capacidad para observar” la hicieron destacar entre sus compañeros.
En el cine, su trabajo más recordado por las generaciones jóvenes se debe a la franquicia Harry Potter (2001-2011). Smith interpretó a la profesora Minerva McGonagall, uno de los personajes favoritos de los fans por su valentía y gentileza hacia el protagonista y sus amigos.
Fue durante la grabación de la saga cinematográfica que la artista enfrentó uno de los problemas de salud más severos de su vida. Justo antes del rodaje de Harry Potter y el misterio del Príncipe, le detectaron cáncer de mama y comenzó a recibir quimioterapia a los 74 años.
A pesar de que el tratamiento sería agresivo, la actriz no abandonó su compromiso con la película. “Estaba totalmente calva. No tenía problemas con usar una peluca. Era como un huevo cocido”, recordó en una entrevista del 2009 con The Times. Mencionó que aunque el cáncer era espantoso, la quimioterapia la hacía sentir “mucho peor que el propio cáncer”.
Maggie Smith lidió con el cancer entre 2008 y 2009. Logró superar la enfermedad tras recibir quimioterapia (REUTERS/Dylan Martinez/File Photo)
Sin embargo, a ese punto, estaba dispuesta a filmar todas las películas aunque le costara “arrastrarse” o “tambalearse” en el proceso. Afortunadamente, después de dos años de tratamiento, logró recuperarse y continuar con su trabajo en televisión.
A lo largo de su carrera, Maggie Smith fue reconocida por su versatilidad y la capacidad de manejar a la perfección tanto la comedia como el drama.
En 1990 fue nombrada Dama Comandante del Imperio Británico, y sus colegas la describieron como una “joya de actriz”, tanto en roles contemporáneos como clásicos. Aunque sus detractores a veces criticaban sus manierismos, como los movimientos rápidos de manos o su peculiar estilo de hablar, nadie podía negar el impacto de su presencia en el escenario y la pantalla.
Tras su muerte, colegas y fans de todo el mundo han hecho llegar mensajes de homenaje a Smith. El Primer Ministro británico, Sir Keir Starmer, elogió su capacidad para “introducirnos a nuevos mundos” a través de sus innumerables interpretaciones, calificándola de “tesoro nacional” cuyo legado perdurará por generaciones.
Gyles Brandreth, presentador y amigo de la actriz, resumió el sentimiento general al decir: “Era una de las grandes. Era sabia, ingeniosa, maravillosa y simplemente la mejor compañía. Irremplazable”.