Si Marcelo Gallardo lo sumó como refuerzo de jerarquía fue por sus cualidades técnicas y su mentalidad de jugador de equipo grande, pero también por su descomunal capacidad física. El potencial de Bustos es evidente por la intensidad con la que recorre la banda derecha de punta a punta, su valentía para trabar hasta con la cabeza o su resistencia para bancarse una seguidilla sin respiro con un rendimiento constante.
Una de las figuras en la goleada contra ATU en Núñez, mostró su estirpe copera frente a Colo Colo en Santiago más allá de su desatención que habilitó a Palacios en la jugada del 1-1, se bancó su estreno en un superclásico en la Bombonera con la carga psicológica de un fana que está cumpliendo un sueño y, tres días más tarde, volvió a jugar con un ritmo de primer nivel en la revancha contra el Cacique.
Fabricio Bustos, lateral derecho de River (Prensa River).
No es casual, entonces, que FB16 haya sido el único del 11 de gala que Gallardo no incluyó en la dosificación de esfuerzos de este exigente septiembre, ya que el lateral de 28 años por el que River invirtió u$s 5,4 millones está acostumbrado al ritmo brasileño. Con 44 partidos en el año (36 en el Inter), ninguno en el plantel jugó más minutos que él en este 2024: promedia 81,3 minutos en cancha.
Su asistencia casi perfecta resulta crucial para el entrenador de River en un puesto que no tenía un dueño de esta jerarquía desde la venta de Montiel. Y porque el defensor es una garantía en la banda derecha y también responde con categoría como carrilero con una línea de tres en el fondo, como en La Boca, por su formación como volante.
Así, contando los cuatros partidos de Copa (octavos y cuartos), se destacó con un promedio de cinco recuperaciones cada 90′ y casi el 60% de los duelos ganados, mientras que en ataque suma un 78% de precisión en los pases, con mayor desequilibrio en campo propio. Todas cifras que se reflejan en un mapa de calor donde dejó un surco rojo por la banda derecha.
El mapa de calor de Fabricio Bustos en la Copa Libertadores
El mapa de calor de Bustos en la Libertadores.
Esta versatilidad y sus características físicas y mentales para ponerse la camiseta de River como si llevara años en el club, le aportan un oxígeno muy valioso al equipo, ya que Fabricio es capaz de cortar una gambeta de un rival o intercerptar pases filosos dentro del área de Armani como de conectarse con lucidez y precisión con los volantes y llegar hasta el fondo como clásico wing para gestar o finalizar ataques.
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