Fe y juventud: este Milagro convocó a más jóvenes en las peregrinaciones

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Cada Milagro es especial. Miles de personas transitan este septiembre cargados de emoción, petitorios y agradecimientos y se acercan a la Catedral para estar lo más cerca posible de las imágenes del Señor y la Virgen del Milagro.

Cada Milagro es especial. Miles de personas transitan este septiembre cargados de emoción, petitorios y agradecimientos y se acercan a la Catedral para estar lo más cerca posible de las imágenes del Señor y la Virgen del Milagro.

Los peregrinos, aquellos valientes que en su mochila cargan unas cuantas pertenencias y parten a la capital, contagian a la población la energía y la alegría de cumplir una vez más con los Santos Patronos. Tan contagiosa es su fe, que cada año se suman más y más devotos a vivir la experiencia de peregrinar y tener esta muestra de amor.

Según el testimonio de delegados y peregrinos de distintos departamentos, este año sorprendió la cantidad de jóvenes que se animaron a vivir esta experiencia por primera vez.

Javier, de Isonza, salió con un numeroso grupo de devotos el miércoles bien temprano. “Cada año somos más, el año pasado fuimos unos 150 y ahora somos como 200, vimos que se sumaron muchos chicos con sus amigos y es muy reconfortante ver cómo esta tradición tiene para rato”, expresó.

Lucas Laureano, de 14 años, llegó a la Catedral junto a la peregrinación de Isonza y fue su primer año en compañía de sus compañeros de fútbol. “Me animé porque es la primera vez que voy a entrar a la Catedral y voy a ver a las imágenes, mi mamá me decía que me iba a cansar pero aquí estoy y llegué con mucha fe”, contó.

Lucas detalló que llegó sin ampollas ni molestias y que lo hará el año que viene por que fue una gran experiencia. El joven recorrió todo el trayecto en alpargatas y vistiendo la camiseta de su club, por el cual le pide al Señor y la Virgen del Milagro que los haga ganar en los torneos: “pido por la salud de toda mi familia, pero también vine a pedir por mi club Juventud de Molinos de Palermo Oeste, que estamos pasando una mala racha y queremos ascender”.

Priscila Pereyra es una jovencita de 24 años que llegó a la Catedral desde Salvador Mazza, cargando una cruz y con los pies descalzos y vendados. “Cansada y sin voz pero llegué y no me duele nada. Es mi cuarto año peregrinando y este año lo hago por mi abuela que en mayo la perdí, sé que me acompañó en todo el camino”, expresó.

La peregrinación de Salvador Mazza es la más alejada, ellos caminaron por 14 días hasta llegar a la capital. “Lo más lindo de todo esto es el recibimiento de la gente, los aplausos, el cariño y la emoción con la que te reciben”. Priscila es nieta de los encargados de la peregrinación de Salvador Mazza, por lo que es una tradición heredada que seguirá cumpliendo por muchos años más.

También llegaron bici peregrinos del mismo departamento. Allí, Camila de 24 años contó que es el segundo año que realiza esta muestra de fe. “Es indescriptible, solo hay que sentirlo”. La joven bici peregrina contó que este año se sumaron más jovenes de su edad. ” Estamos muy contentos por eso, muchas veces se dice que esta generación está perdida pero esto te alegra y te llena ver a tanta juventud con fe”, expresó. Camila agregó que es una tradición que se la inculcó su padre y que lo hará siempre que pueda. Además, invitó a toda la juventud salteña a sumarse a esta linda experiencia.

Fuente: https://www.eltribuno.com/salta/seccion/policiales

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