El cambio perjudica al radicalismo, que pierde una banca, y beneficia al bloque que preside Cristian Ritondo, que de esta manera crece a 38 integrantes y se despega de La Libertad Avanza (LLA), que con la salida de Lourdes Arrieta quedó reducida a 37 representantes.
La bancada amarilla se consolida así como segunda minoría detrás de Unión por la Patria (UxP), que encabeza holgadamente con 99 miembros.
Este movimiento se gestó a partir de una propuesta a Galimberti del gobernador de Entre Ríos, Rogelio Frigerio, para que el funcionario ocupe una silla en la comisión técnica que administra la represa Salto Grande.
Con esta jugada, Frigerio fortalece su liderazgo en la provincia, ya que logró una alianza con el dirigente radical que lo enfrentó en las elecciones de 2021 y 2023.
Galimberti era el último referente de Cambiemos que a nivel provincial seguía ofreciendo resistencias a su conducción.
En tanto, Ballejos, de 35 años y oriunda de Chajarí, decidió que se integrará al bloque del PRO y no a Encuentro Federal, para completar el mandato de Galimberti hasta diciembre de 2025.
Si bien esta opción era la más probable, tampoco era del todo obvia, dado que Frigerio tiene a dos diputados nacionales que le responden distribuidos en ambos bloques.
Mientras que Ana Clara Romero integra las filas del PRO, Francisco Morchio es parte de Encuentro Federal, la bancada que preside Miguel Ángel Pichetto.
Ahora Frigerio tendrá influencia directa sobre tres diputados nacionales, otro efecto efecto positivo que se desprende de la renuncia de Galimberti. Este último es muy cercano a Facundo Manes, quien armó una suerte de “sub bloque” de poder interno crítico a la conducción de Rodrigo de Loredo y de las posturas de colaboración directa con el Gobierno de Javier Milei. La salida de Galimberti debilita a Manes, quien busca reforzar un armado para disputar la provincia de Buenos Aires.
Fuente: NA.
Fuente: https://salta.telefe.com/redes