La vicepresidenta y candidata demócrata a la Casa Blanca, Kamala Harris, y el exmandatario y candidato republicano Donald Trump se medirán hoy en un debate que será crucial de cara a las elecciones presidenciales en los Estados Unidos que se celebrarán el próximo 5 de noviembre.
El debate entre Harris y Trump se realizará en Filadelfia, estado de Pensilvania a partir de las 21 de los Estados Unidos (22 hora argentina) y durará 90 minutos. Los presentadores David Muir y Linsey Davis serán los moderadores.
Será el primer enfrentamiento cara a cara -personal y político- entre ambos aspirantes a la Casa Blanca luego de que Harris asumió la candidatura demócrata en reemplazo del presidente Joe Biden.
Por su parte, Trump llega en medio de un tenso clima político que incluyó un intento de asesinato mientras realizaba un acto de campaña en Pensilvania y tratará de acceder a un segundo período al frente del gobierno estadounidense (2017 y 2021).
Poco se sabe de cómo está preparando el debate Trump. Asesores del expresidente contaron a CBS News que, acostumbrado a los preparativos informales, ha estado revisando posiciones políticas con su equipo.
En una entrevista hace unos días con “Good Morning New Hampshire” Trump se vanagloriaba de que no necesitaba mucha preparación ya que “se ha estado preparando” toda su vida para este debate, que llega en un momento en el que Harris está por delante en las encuestas.
La candidata demócrata
Según la media nacional elaborada por el portal Five Thirty Eight, en el total del voto nacional la vicepresidenta está 2,8 puntos por delante del exmandatario, con el 47,1 % frente al 44,3 %, cuando faltan menos de dos meses para las elecciones del 5 de noviembre.
Harris perfeccionó un enfoque agresivo, pero calibrado en los debates: intenta combinar los chistes con detalles que formen una narrativa más amplia, según un análisis de la agencia de noticias Associated Press.
Ella puede mover la cabeza para señalar su desaprobación mientras su oponente habla, contando con que los espectadores vean su reacción en una pantalla dividida.
Y tiene una táctica a la que recurre para volver a inclinar los debates a su favor: decir que está contenta de responder una pregunta mientras ordena sus pensamientos para explicar una postura que está cambiando o defender una del pasado.
Los aliados de Harris advierten que Trump puede ser un oponente desafiante e impredecible que oscila entre críticas políticas, ataques personales y falsedades o teorías conspirativas.
A pesar de toda la experiencia de Harris en debates, el de hoy sigue siendo un escenario nuevo y de gran magnitud.