En la sala de audiencias del Juzgado de Garantías 7 se realizó la semana pasada una audiencia flexible y multipropósito del plan piloto de oralidad, en cuyo transcurso se dispuso la prisión preventiva de un hombre quien se desempeñaba como remisero pero que integraba una banda que robaba en locales comerciales.
Desde el ámbito judicial prefirieron preservar el nombre del imputado dado que la investigación sigue su curso en procura de dar con el paradero del resto de los integrantes de la organización delictiva. En ese sentido, las y los comerciantes víctimas de distintos hechos delictivos expresaron su enorme preocupación por la libertad de la que gozan el resto de los delincuentes que integran la misma banda.
El hombre continuará detenido a disposición del Juzgado de Garantías de Octava Nominación, luego de ser imputado por la posible comisión de los delitos de robo doblemente agravado por el uso de arma de fuego y en poblado y en banda, y robo calificado por efracción.
Uno de los hechos delictivos se produjo en julio pasado en un local comercial de calle Alberdi, en el microcentro de la ciudad. El segundo se produjo días después en un local de barrio El Tribuno, zona sur de Salta capital.
En el primer local ingresaron 4 o 5 hombres encapuchados y con guantes, sorprendiendo al empleado que se encontraba terminando su horario de trabajo luego de atender a un cliente. Uno de los encapuchados tiró al piso al empleado gritándole “si te movés te pego un tiro”.
Del local la banda se llevó unos tres millones de pesos en prendas deportivas, 150 mil pesos en efectivo y dos teléfonos celulares, retirándose del lugar en un vehículo.
El segundo hecho imputado al hombre fue descubierto cuando vecinos pasaron por el local y vieron la puerta abierta con los candados rotos. De este comercio la banda se llevó pañales de distintos tamaños y marcas por valor de un millón de pesos aproximadamente, un equipo de música con luces, 25 mamaderas y 48 sobrecitos de champú.
Sigue el temor
La investigación policial llegó hasta el imputado al revisar las cámaras de seguridad y particulares luego del primer hecho, donde se pudo ver el auto que manejaba el hombre, desde donde descendieron los delincuentes. Las mismas cámaras mostraron al vehículo luego del hecho saliendo presuroso por calle Alberdi con una de las puertas traseras abiertas en la premura de la fuga, por lo que no se trataba de un traslado en la función de remise.
Al realizar la búsqueda en la Dirección Nacional de Registro de la Propiedad Automotor se comprobó que el vehículo pertenecía a una mujer y el conductor habitual es su esposo, ahora imputado y detenido con prisión preventiva.
La prisión preventiva del chofer fue requerida por la multiplicidad de hechos y la calificación legal, ya que la pena que le podría corresponder sería de cumplimiento efectivo, faltando identificar al resto de los miembros de la banda.
En la audiencia también se escuchó a las víctimas. Uno de ellos expresó su miedo, pues ya no trabaja tranquilo porque las personas que lo robaron aún siguen libres, señalando la peligrosidad de los mismos.