VIDEO. Un Milagro para el Mundo: la fidelidad y devoción de los campaneros de la Catedral

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Las campanas de la catedral son un componente único del milagro, que acompañan el ingreso y la salida de las sagradas imágenes del Señor y de la Virgen del Milagro, cada año hacen vibrar de la emoción a una multitud de fieles y peregrinos, quiénes con profunda fe llegan a los pies de los Santos Patronos Tutelares. En el campanario son 15 los protagonistas, jóvenes y adultos a cargo de impulsar las cinco campanas que son únicas en toda Sudamérica y al hacerlas repicar marcan momentos claves del pacto de fidelidad del pueblo salteño. Los “campaneros” viven de una manera distinta el Milagro, tienen una posición y vista privilegiada, pero llevan adelante su rol con profunda devoción y sobre todo respeto.

Las campanas de la catedral son un componente único del milagro, que acompañan el ingreso y la salida de las sagradas imágenes del Señor y de la Virgen del Milagro, cada año hacen vibrar de la emoción a una multitud de fieles y peregrinos, quiénes con profunda fe llegan a los pies de los Santos Patronos Tutelares. En el campanario son 15 los protagonistas, jóvenes y adultos a cargo de impulsar las cinco campanas que son únicas en toda Sudamérica y al hacerlas repicar marcan momentos claves del pacto de fidelidad del pueblo salteño. Los “campaneros” viven de una manera distinta el Milagro, tienen una posición y vista privilegiada, pero llevan adelante su rol con profunda devoción y sobre todo respeto.

Cada uno pone el cuerpo, su concentración y sobre todo una profunda fe, la cual les ayuda a mantener activas las imponentes campanas durante el regreso de la procesión hasta el instante culmine, en donde se congregan miles de almas frente a la catedral, mientras agitan sus pañuelos. En ese momento ellos junto a otro equipo más son los encargados de lanzar cientos de pétalos desde el campanario.

Con 24 años Emanuel Ibañez lleva 12 años como campanero de la catedral y al hablar del significado del Milagro destaca que es extraordinario y emocionante y que cada año se vive distinto, ya que siempre aparecen cosas nuevas, gente que llega por primera vez y comienza sus pasos de fe. Inició su servicio en el campanario haciendo previamente colaboraciones con el grupo de monaguillos en la parroquia Virgen de la Medalla Milagrosa de barrio Tres Cerritos. En el año 2012 acompañó a la comunidad a la procesión del día 15 de septiembre y ese fue el primer y único año que hizo la procesión completa. “Cuando regresamos recuerdo que llegamos por la calle Zuviria y España y allí escuché las campanas, fue algo que me cautivó mucho. Allí nació mi vocación a ser campanero”, relató.

Luego comentó que ese día llegó a su casa y les dijo a sus padres que su anhelo era estar ahí, en el campanario, y aseguró que le costó entrar al ser un servicio que va de generación en generación, y en su caso no tenía familia dentro. “Gracias al Señor y Virgen Milagro se me concedió y después de cada milagro agradezco por haber cumplido un año más”, expresó.

Para Emanuel este tiempo del Milagro es un conjunto de emociones que crecen día a día, desde el 6 de septiembre hasta el 15. Entre ellas destacó la llegada de los peregrinos, la salida de las imágenes, el momento en que ingresa la Virgen mientras de la torre del campanario caen los pétalos blancos, y a su vez se escuchan las campanas y sirena, es un momento “hermoso”.

Al dejar un mensaje para los salteños, el joven dijo que es muy importante que no pierdan la fe a los santos Patronos y al Virgen del Milagro. “Ellos nos van a seguir acompañando e iluminando el camino, para que así día a día sean fructíferos”, dijo.

Uno de los campaneros más antiguos

Pepe Fernández tiene 73 años y lleva 43 años en el campanario de la catedral. Por lo cual conoce como nadie la composición del campanario, al describirlo resalta que cuenta con cinco campanas, la “mayor”, dos medianas y dos más chicas, todas tienen “piques”, por eso son las únicas que tienen “ritmo” en toda Sudamérica.

Vivió la visita del Papa Juan Pablo II

“Viví tantas emociones, pero la más grande ha sido cuando vino a Salta el Papa Juan Pablo II y aún guardo la creencia papal, somos poquitos los que la tenemos”, relató Pepe.

Luego recordó que fue un momento único cuando llegó en el papa móvil, que estacionó en las puertas de la catedral y a ellos les tocó despedirlo con el pique de las campanas. “Cuando despedíamos al santo padre, él se dio vuelta en el papa móvil y nos dio la bendición”, contó.

Para Fernández ser campanero implica una vocación muy grande, se debe amar la que se hace y sobre todo al Señor y a la Virgen del Milagro. “Nosotros tocamos para ellos y para los peregrinos, sabemos que ellos son felices cuando llegan y al sentir las campanas tienen más fuerzas”.

Sobre este Milagro 2024, dijo que “en el campanario se traspira como tapa de olla y es así cada 15 de Septiembre cuando salen las imágenes, ya que se tocan más o menos unos 25 a 30 minutos sin parar”.

Si bien hoy cuentan con auriculares industriales para cubrir sus oídos, anteriormente lo hacían solo con algodones. “Había campaneros veteranos que sufrían de la audición por ese motivo”, indicó.

Momento crucial para los campaneros

El momento de mayor concentración y esfuerzo es el regreso de la procesión a la Catedral, ya que son unos 25 a 30 minutos que deben sonar si parar las campanas. Es por eso que el campanero que toca las campanas mayores y las medianas debe ir rotando. En el caso del que toca las dos más “chicas”, ese no tiene cambio. Es el que sigue sin frenar porque lleva la melodía. Ese es el caso de Fernández.

Fabricio Añes tiene 23 años y lleva 11 como campanero, entro a realizar el servicio después de pasar por la iglesia del barrio Villa Luján, luego San Alfonso y un día decidió acercarse con su madre a la catedral, en donde hablaron con las personas que estaban a cargo, quienes le indicaron lo qué tenía que hacer. “Recuerdo que le dijeron a mi mamá, si el Señor y la Virgen del Milagro quieren que él esté acá, se va a quedar por mucho tiempo”, relató.

Luego resaltó que este año ha notado que es muchísima la cantidad de gente que se acerca al santuario, desde que arrancó la novena. Y dijo este Milagro será distinto ya que no contarán con la presencia de un querido campanero, Dante Flores, quien falleció el año pasado. “Todavía nos cuesta asimilarlo, lo recordamos, incluso vino su familia a rezar la novena, por otro lado para nuestro compañero Pepe este va a ser su último Milagro, porque decidió retirarse”, comentó.

Al dejar un mensaje para este Milagro 2024, dijo que basta con ver a los peregrinos que a pesar de estar cansados llegan saltando y esa es la “verdadera” fe. “Les deseamos a todos un feliz milagro y no se olviden que nuestros santos patronos nos esperan todo el año, pero sobre todo que del pueblo de Salta no apartan su amor”, finalizó con emoción.

Fuente: https://www.eltribuno.com/salta/seccion/policiales

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