En el marco del ciclo Hablemos de lo que viene: Semana de la industria, Natalia Fabbroni, fundadora de la empresa de productos de limpieza Master Clean SA, compartió una visión clara sobre los desafíos que enfrenta la industria. En un contexto de inflación creciente y escasez de insumos, las empresas del sector se han visto obligadas a adaptarse rápidamente para sobrevivir en un mercado cada vez más complejo. Las palabras de Fabbroni no solo reflejan la realidad de su compañía, sino que representan el sentir del sector.
“La inflación del año pasado nos llevó a situaciones en las que los proveedores nos decían: o compras, o no tenés. La falta de insumos en el mercado ha obligado a reformular muchos productos”, expresó Fabbroni.
En la industria química, cambiar una fórmula no es una decisión sencilla. Cada modificación implica nuevos análisis y trámites regulatorios que deben cumplirse, lo que genera no solo retrasos, sino también costos adicionales. Este escenario se vuelve aún más complejo para las empresas que exportan ( a países vecinos), como es el caso de Master Clean, ya que deben cumplir con regulaciones tanto nacionales como internacionales, renovando certificaciones y aprobaciones cada vez que se altera un producto.
Difícil acceso a los créditos
Además de los desafíos propios de la industria, el panorama crediticio en Argentina es otro obstáculo significativo. Fabbroni señaló que, con tasas de interés que han llegado al 100% o incluso al 130%, acceder a créditos se ha convertido en una tarea titánica para las empresas. “Es un mercado crediticio cerrado, con tasas exorbitantes. Es una pregunta constante cómo seguir operando, mantener las ventas y continuar pagando todo”, comentó.
Frente a este panorama adverso, la estrategia de Master Clean ha sido mirar hacia adentro y buscar eficiencias en sus propios procesos. Según Fabbroni, la empresa ha implementado políticas de ahorro interno, optimizando la maquinaria y revisando las líneas de producción para maximizar la eficiencia. “Tiramos las industrias hacia adentro”, explicó la empresaria, haciendo referencia a la necesidad de repensar y mejorar cada etapa de la producción.
Otro aspecto clave ha sido la reformulación de los productos, una tendencia que, según Fabbroni, se ha visto en toda la industria. “Incluso en el sector de alimentos, hemos visto una reducción en el tamaño de los productos para mantener los precios accesibles. En el caso de productos de limpieza, lo mismo ha ocurrido: pasamos de 500 gramos a 400, y de 300 a 250. Es una manera de entregar un poquito menos para no tener que subir el precio”, detalló.
“De enero a la fecha, estamos remontando con buena expectativa. Vemos que la inflación ha ido bajando, lo cual es positivo porque activa el consumo”, afirmó.
Bajo consumo
No obstante, el camino hacia la normalización aún parece largo. Fabbroni comentó que el consumo fue muy bajo durante los primeros meses del año, lo que generó una situación complicada para muchas empresas que abastecen a mayoristas y supermercados. A pesar de eso, destacó que la empresa ha mantenido relaciones sólidas con sus clientes.
Fabbroni advirtió que, debido a las fluctuaciones en los precios, los consumidores han perdido la noción de cuánto cuestan realmente los productos, lo que ha generado un cambio en los hábitos de compra. “Nos hemos acostumbrado a que la gente solo compra con descuento. Durante el último año, muchos no saben cuánto valen realmente las cosas”, señaló.
Uno de los pilares del plan de recuperación de Master Clean es la apuesta por la tecnología. Fabbroni subrayó la importancia de modernizar los sistemas de producción y optimizar la cadena de suministro para mantenerse competitivos. “Creemos que la tecnología va de la mano del crecimiento”, afirmó.
No obstante, reconoció que el crecimiento en el mercado internacional también enfrenta obstáculos, como los desafíos crediticios y las barreras impositivas. Aun así, Fabbroni mantiene una visión positiva.
“El primer objetivo es recuperar lo que se perdió en los últimos años, y luego, obviamente, tratar de crecer”, afirmó la empresaria en el Centro de Convenciones de Limache.
Ingresos Brutos
Uno de los temas más importantes que Fabbroni abordó en su charla fue la carga impositiva que enfrentan las empresas en Argentina. Hizo una crítica directa al impuesto sobre los ingresos brutos, que consideró distorsivo y perjudicial tanto para las compañías como para los consumidores. “Es un impuesto acumulativo que se cobra sobre las ventas y no es como el IVA, donde se descuenta un crédito. Este impuesto se va trasladando hasta que finalmente lo paga Doña Rosa”, explicó.
Además, denunció la existencia de “aduanas paralelas” en algunas provincias, donde se aplican impuestos adicionales que las empresas deben pagar para poder operar. “Esto no es constitucional, pero no hay quien lo exija. Los gobernadores ponen sus normas y, si uno quiere entrar, tiene que pagar”, agregó Fabbroni.