Gracias por volver”. Marcelo Gallardo empezó a recibir la bienvenida de los hinchas. El Muñeco comenzó a sentirse nuevamente entrenador de River este lunes. Fue apenas puso un pie en Buenos Aires a las 9.41: en la pista del Aeroparque Jorge Newbery, mientras se sacaba una foto con empleados de Aerolíneas luego de bajarse del vuelo 1403, escuchó ese primer agradecimiento genuino, nacido desde las entrañas del amor millonario. El deté acababa de desembarcar procedente de Mendoza, donde había ido a ver a su hijo Nahuel, jugador de Independiente Rivadavia, junto con el pequeño Benjamín, el menor de la familia, y Geraldine la Rosa, madre de sus hijos. En ese instante le cayó otra ficha, empezó a dimensionar lo que está viviendo mientras era besado por el solcito ribereño. Incluso sabiendo que quedaban (o, mejor dicho, quedan) las charlas formales con Jorge Brito para sellar el regreso hasta el final del mandanto presidencial, en diciembre de 2025, MG ya estaba -para su gente, para sus feligreses- en francas funciones. Leer más.
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