La vuelta de Gallardo a River: poder, egos y mito

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Si la continuidad de Martín Demichelis después de la sonora derrota frente a Godoy Cruz era una bomba de tiempo en las manos de los dirigentes de River, la audacia que ellos mismos tuvieron para hacer bajar repentinamente de la estatua al Muñeco Gallardo fue un estallido. Una explosión de esperanza para los hinchas (y definitivamente no solo para ellos) que provocó un fuerte impacto en Núñez. En Núñez y sus alrededores también.

No por obvia, de todos modos, la movida dejó de ser propia de los manuales de la alta política. Porque significó un jaque mate en dos jugadas a una muy riesgosa coyuntura. Y, a su vez, representó un máster en la administración de crisis que, de paso, le regalaron al hoy ex entrenador.

Del humo del incendio que amenazaba desatarse el jueves se mutó brillantemente al blanco y rojo que arrojaron las máquinas en el Monumental precediendo a la emotiva puesta en escena del domingo. Un cuidado maquillaje de la desazón en el que el presidente, al despedirse de Micho con su abrazo, le dio comienzo al cambio en el modelo de gestión del fútbol.

Marcelo Gallardo y Jorge Brito en un encuentro en el Premier Padel de Mendoza.

Con Gallardo, River pasa otra vez a contar con un director técnico que no es un complemento en la toma de decisiones de los dirigentes sino todo lo contrario: el DT vuelve a tener la centralidad en ese aspecto. Un cambio de manos en el poder que, pasada la euforia del desembarco, habrá que analizar en qué medida afecta los egos e, incluso, cómo incide a futuro en el mapa político del club.

Al relanzar su carrera después del traspié en Arabia Saudita, el Muñeco también pone en juego el mito. Aunque, en su caso, con muy poco que perder y muchísimo por ganar. La posibilidad de conquistar la quinta Copa Libertadores del club -y la tercera propia-, de hecho, representa para él una tentación demasiado seductora como para no haber caído en ella.

El simpático momento que vivió Gallardo al regresar a Buenos Aires

Fuente: https://www.ole.com.ar/