El fiscal penal 4 de la Unidad de Delitos contra la Integridad Sexual Pablo Rivero, representó al Ministerio Público Fiscal ante la Sala 4 del Tribunal de Juicio del Distrito Centro, en la audiencia en la que un hombre de 32 años fue condenado 9 años de prisión abuso sexual con acceso carnal agravado por la guarda y convivencia preexistente con una menor de 18 años continuado, y abuso sexual gravemente ultrajante por las circunstancias de su realización y su duración en el tiempo agravado por la guarda y convivencia preexistente con una menor de 18 años, todo en concurso real, en perjuicio de una menor de edad.
La actuación de la Fiscalía se inició a partir de la denuncia realizada por el padre de una menor de once años quien refirió que al acudir a la escuela, la directora del establecimiento le informó que su hija habría comentado a una compañera que era víctima de abuso sexual por parte de la actual pareja de su madre.
Conforme lo relatado por la menor en Circuito Cerrado de Televisión (CCTV), a lo que debe sumarse el resto de las declaraciones testimoniales y elementos colectados en la investigación, desde que la víctima tenía 6 años, el acusado cometió estos actos en distintas circunstancias de forma continúa y conectados uno del otro, tratándose de la secuela de una misma conducta o trama delictiva.
El fiscal Pablo Rivero señaló que el ahora condenado, vulneró la integridad sexual de la víctima, quien debido a su edad cronológica se vio impedida de prestar consentimiento alguno respecto a la libre disposición de su integridad sexual. “Los hechos, resultaron un agravio significativo a la dignidad de la menor, representando un grave ultraje y humillación”- destacó.