A un conductor le sacaron el auto por manejar borracho, más tarde lo robó del depósito policial, se arrepintió y pagó la multa

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Un conductor fue detenido en un control de alcoholemia en Córdoba y por estar borracho le secuestraron el auto. Él lo robo del depósito policial, se arrepintió y pagó la multa. Tiene una causa por hurto (Télam)

Un inusual incidente ocurrió en la madrugada del sábado en la zona sur de Córdoba capital, cuando un conductor borracho fue detenido y su automóvil secuestrado, solo para que posteriormente él mismo lo “robara” del corralón donde había sido llevado y, al día siguiente, se presentara a pagar la multa correspondiente. Sin embargo, las autoridades le volvieron a confiscar el vehículo.

El incidente comenzó poco después de las 2 a.m. del sábado en un control de tránsito ubicado en la intersección de avenida Cruz Roja y Belardinelli. Los inspectores detuvieron al conductor y lo sometieron a un test de alcoholemia, que resultó en un nivel inicial de 2,36 gramos de alcohol por litro de sangre. Un segundo test, realizado diez minutos más tarde, mostró un nivel aún más alto de 2,37.

Tras el resultado del test, el vehículo del conductor, un Audi A3, fue confiscado y trasladado a un corralón cercano en la calle Lisandro Novillo Saravia. Más tarde, el conductor logró evadir la seguridad del corralón, se dirigió a su coche y lo condujo fuera del lugar como si nada hubiera pasado.

Según informó el portal Doce.tv, las autoridades sugieren que la fuga del conductor fue facilitada por la intensa actividad en el corralón, con vehículos entrando y saliendo constantemente. Además, el inspector responsable de registrar y ubicar los vehículos podría haber estado ocupado en ese momento, permitiendo al conductor aprovechar la distracción.

La situación tomó un giro inesperado cuando el infractor se presentó en los Tribunales Administrativos Municipales de Faltas, conduciendo el mismo Audi A3, para pagar la multa por la infracción. Inmediatamente después, el coche fue nuevamente confiscado y trasladado al depósito de la Comisaría N°12. La denuncia fue clasificada como hurto, y la Fiscalía de Instrucción Distrito 1 Turno 4 tomó intervención en el caso

El incidente comenzó poco después de las 2 a.m. del sábado en un control de tránsito ubicado en la intersección de avenida Cruz Roja y Belardinelli (Policía de Córdoba)

Y a fines del mes de abril pasado, en otro incidente vial como consecuencias de un conductor borracho, algo insólito aunque más grave sucedió en la provincia de Neuquén. Allí, un típico accidente de tránsito estuvo cerca de terminar en tragedia cuando un hombre chocó con su camioneta en la localidad de Picún Leufú, pero reaccionó de la peor manera cuando le quisieron inspeccionar el vehículo. En un absoluto estado de ebriedad, sacó su arma e intentó resistirse infructuosamente al procedimiento.

El siniestro se produjo en el cruce de las avenidas Maestro Sosa y Primeros Pobladores, del pequeño pueblo neuquino. El conductor, un habitante de 60 años y conocido en la zona, se subió al cordón cuneta del bulevar con su Peugeot 504, de color claro, y quedó colgado sobre él.

Tras la mala maniobra, una inspectora de tránsito llegó al lugar para determinar lo que había sucedido. El hombre se negó a realizar el test de alcoholemia. Lógicamente, esta persona se encontraba borracha.

Pero la negativa no terminó ahí y la tensión siguió escalando. El poblador no quería salir del rodado. Personal policial se trasladó hacia el bulevar e intentó mediar para que el accidentado depusiera su actitud. Los agentes lograron que bajara del vehículo, pero la situación se descontroló rápidamente: el hombre empuñó un arma de fuego y les apuntó a dos efectivos. Y les decía: “Les voy a meter un tiro en la frente”.

Fueron minutos de mucha tensión y nerviosismo en las inmediaciones de una escuela. Varios vecinos se acercaron para ver lo que estaba pasando y comenzaron a filmar con sus teléfonos celulares.

El personal, también armado, continuó exigiéndole al conductor que bajara el arma. Cuando finalmente lo hizo, otros policías que habían acudido en refuerzo del personal lograron reducirlo. Finalmente, los policías lograron rodearlo y reducirlo. El test de alcoholemia arrojó un resultado positivo y lo trasladaron a la comisaría local.

El arma calibre 22 era de marca Bagual, color plata, sin numeración. Estaba apta para el disparo: tenía ocho municiones, una de ellas percutada, y en condiciones de disparar. Las diligencias tenían previsto determinar si el sujeto es legítimo usuario.

Luego de quedar bajo la órbita judicial, los efectivos policiales realizaron un allanamiento a la vivienda y otra propiedad del detenido. Tanto el arma como su camioneta fueron secuestradas por falta de documentación. Es una retención preventiva hasta el que hombre pueda presentar toda la información requerida.

El señor carece de antecedentes penales, pero tras el violento episodio de tránsito enfrentará una causa judicial que inicialmente investiga los delitos de “portación ilegal de arma de fuego” y “amenazas calificadas” y quedó detenido.

Fuente: https://www.infobae.com/tag/policiales