Pocas horas después de que el gobierno pusiera en vigor la Ley Bases con su publicación en el Boletín Oficial, el gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck envió un proyecto a la legislatura local para que su provincia sea una de las primeras en adherirse al régimen sancionado por el Congreso.
“Solicité el tratamiento urgente de este régimen que atraerá inversiones superiores a 200 millones de dólares con incentivos fiscales, aduaneros y cambiarios, posicionando a Río Negro como un destino clave para inversiones nacionales y extranjeras”, aseguró el mandatario.
Y agregó: “El proyecto resalta que nuestra provincia, con sus recursos naturales, condiciones geográficas e infraestructura, es un candidato ideal. Nuestro objetivo es claro: promover la competitividad económica, incrementar exportaciones y generar empleo para los rionegrinos”.
Como la Argentina es un país federal, la adhesión de las provincias al régimen incluido en la ley nacional es un paso previo obligatorio para su puesta en marcha en cada jurisdicción. Se prevé que en los próximos días otras jurisdicciones, sobre todo las administradas por el PRO y otras fuerzas aliadas al Ejecutivo, sigan el camino de Río Negro.
Hay dudas sobre lo que harán los mandatarios peronistas, cuyos legisladores votaron en contra al RIGI. Un caso emblemático es el de la provincia de Buenos Aires, gobernada por Axel Kicillof, que no adherirse perdería millones de dólares en inversión y puestos de trabajo.
Qué es el Régimen de Incentivo a Grandes Inversores (RIGI)
El RIGI es un régimen de promoción de inversiones incluido en la Ley Bases, recientemente aprobada por el Congreso y promulgada por el Poder Ejecutivo. Según la defensa que hizo el gobierno, el esquema busca brindar incentivos, certidumbre, seguridad jurídica y un sistema de protección de derechos adquiridos a los titulares de un único proyecto de inversión que deberá ser superior a los USD 200 millones.
Las empresas que quieran adherirse tendrán dos años para hacerlo y el Poder Ejecutivo quedó autorizado a extender ese plazo por un año más.
Quienes ingresen al RIGI tendrán, para el proyecto ingresado, beneficios fiscales, aduaneros y cambiarios durante 30 años. Entre ellos se encuentra una mayor flexibilidad para girar divisas al exterior, uno de los principales reparos que ponen los empresarios a la hora de invertir.
La oposición cuestiona al RIGI porque considera que entrega condiciones demasiado beneficiosas para las empresas extranjeras que decidan invertir en la Argentina.
No es casual que Río Negro sea una de las primeras provincias en activar su adhesión al RIGI. En parte de su territorio se ubica Vaca Muerta, la segunda reserva de gas del mundo y la cuarta de petróleo, que atrae no solamente a las principales compañías energéticas del mundo, sino también a todo un ecosistema económico que girará en torno a la explotación de esos recursos durante varias décadas.
De acuerdo a un informe publicado este fin de semana, justamente el desarrollo y los negocios en torno de Vaca Muerta y los proyectos mineros lucen como los sectores en que el régimen podría tener mayor efecto. También podría generar inversiones en otros sectores como forestoindustria, turismo, infraestructura, minería, tecnología y siderurgia.