Un verdadero toro salvaje que nunca se fue. Se llama Isaac Heber Ceferino Montenegro, pero todos los conocen como el “Cacique” Montenegro. Es que en realidad es cacique de la comunidad Cuña Muerta, en Tartagal y la historia siempre lo tuvo muy ligado al boxeo, en busca de profesionalizar la disciplina y apostar fuerte por la contención social.
Y en su mejor época supo enfrentar a Durval Palacio, el capitalino de Villa Chartas, actual campeón argentino de semipesado y que llegó a levantar las corona sudamericana en 2023. Lo hizo durante la final del torneo de los Barrios del 2009 organizada por el diario El Tribuno, cuando Durval comenzaba a mostrar su poderío.
“Peleamos dos veces en el microestadio Delmi y la final del campeonato de los `60 años del diario El Tribuno´, en 2009. Perdí por puntos en la final y me convertí en subcampeón provincial”, recordó el Cacique.
Esa noche, los bombos de la comunidad aborigen guaraní no pararon de alentar a “su cacique”.
En ese sentido destacó que “Durval cambió mucho para bien y yo, por cuestiones económicas, tomé otro rumbo ligado al boxeo y ayudando a esta hermosa disciplina, desde donde podía. Sé que Durval va a llegar lejos como campeón sudamericano. Lo ví pelear en Francia y lamentablemente no se le dio, pero tiene mucho para dar”.
¡Y qué hace hoy Montenegro? “Actualmente soy cacique de la comunidad de Cuña Muerta, que es del pueblo guaraní. Tuve una extensa trayectoria dentro del boxeo y sigo ligado desde otro punto como entrenador y ayudando a los chicos, con el objetivo de sacarlos de la calle. Sobre todo porque uno piensa en esta sociedad en la que estamos viviendo”, resaltó.
Destacó que en la comunidad “comenzamos con 25 chicos. Esta semana hicimos un parate por falta de algunos recursos, porque aparte se da merienda a los chicos”, señaló.
El Cacique participó del festival organizado por la Fundación “Narices Chatas” la semana pasada como relanzamiento del boxeo en Tartagal.
“Esta movida es excelente y muy necesaria. Se vuelve a trabajar en algo que se hizo siempre. El boxeo tartagalense tiene mucha historia que desde el seno y la escuela de Narices Chatas. A través de Aaron y la promotora Fabiola Soria pudimos sacar a un retador a título del mundo, como fue Ricky Santillán, algo que nunca había pasado. Fue de Tartagal a Japón por el título del mundo”, rememoró.
“En Tartagal se están forjando nuevos valores y esto es un semillero importante”, concluyó.