Dos meses atrás, el ex director técnico del fútbol femenino de Boca, Jorge Martínez, fue condenado a un año de prisión por abuso sexual simple contra la jefa de prensa del plantel, Florencia Marcó. Por entonces la empleada del club había denunciado varios hechos que comenzaron con acosos y siguieron con abusos simples (son aquellos en los que no hay acceso carnal) tratando primero que intervenga el club y, como no logró acciones positivas, puso el caso a disposición de la Justicia.
En el juicio se explayó sobre lo que había vivido, narrando que todo empezó en 2022 con comentarios subidos de tono, pasó a miradas lascivas y a conductas absolutamente impropias, como ingresar al vestuario de chicas cuando éstas se estaban cambiando, o abrazarla y hacer contacto físico en cualquier circunstancia. Lo que terminó por convencer a la jefa de prensa de hacer la denuncia fue un manoseo de los glúteos que sufrió por parte del director técnico, que fue separado de su cargo recién cuando la causa llegó a Tribunales.
Tras una semana de debate, en abril de este año, Martínez fue condenado, y al mismo tiempo, siguiendo un pedido del fiscal Marcelo Martínez Burgo, el juez Sergio Paduczack ordenó que se investigara por falso testimonio a Jorge el Patrón Bermúdez y a Marcelo el Chelo Delgado, integrantes del Consejo de Fútbol de la institución, ya que se sospecha que no dijeron la verdad cuando declararon como testigos del caso y que intentaron con sus participaciones beneficiar a Martínez. Ese delito contempla pena de hasta cuatro años de prisión.
Y si bien las causas por falso testimonio muchas veces quedan en nada, esta vez la Justicia se la tomó en serio. La semana pasada ya declararon dos empleadas administrativas del fútbol femenino de Boca, que fueron acompañadas por un abogado del club y mañana será el turno de Cristian Riquelme, apodado Chanchi y hermano de Román, y de Raúl Cascini, los otros dos miembros del Consejo que, si bien no están imputados, deberán contar, bajo juramento de decir la verdad, qué sabían Bermúdez y Delgado del hecho.
El punto clave es que Marcó asegura que habló con ellos el tema mucho antes de iniciar la demanda, pero ante el Tribunal Oral, el Patrón y el Chelo parecieron haber perdido súbitamente la memoria y afirmaron que jamás tuvieron noticia de la situación que estaba viviendo, algo que parece insólito dado que se había abierto un expediente en el departamento de género del club y que además la periodista entregó al fiscal chats con Bermúdez en los que le hacía saber el infierno que estaba viviendo. Y si bien esas comunicaciones telefónicas no fueron incorporadas al juicio, ahora sí pueden ser utilizadas en contra de ambos ex jugadores que están en una posición por demás complicada.
Tanto así es que en el fallo que decidió abrir el expediente por falso testimonio el juez afirmó: “Es inconcebible que hayan querido hacer creer al suscripto que sólo se ocupan de cuestiones tácticas u organizativas y no de todo conflicto que surja en su ámbito de trabajo”. De hecho, en su alocución, el fiscal Marcelo Martínez Burgo dio por sentado que era inconcebible que ellos se hayan enterado por los medios, cuando la propia Marcó había tomado una licencia ofrecida por el club por lo que estaba ocurriendo. Por eso también deberá declarar la próxima semana Adriana Bravo, directora del departamento de igualdad del club y ex vicepresidenta tercera por entonces.
La situación para Cristian Riquelme y Cascini tampoco es menor. Porque si bien ambos declaran como testigos y no como imputados, según lo que digan también podría cambiar su calificación si en la fiscalía tres del fuero criminal y correccional que lleva la causa entienden que con sus dichos intentan encubrir o favorecer a Bermúdez y Delgado. Con lo cual habrá que ver hasta donde hablan y qué dicen mañana.
Román junto a su hermano, Cristian Riquelme
En forma paralela a este proceso, también hay otro abierto a partir de lo que se conoció en aquel juicio que condenó a Martínez. Porque algunas ex jugadoras dieron a entender que la situación abusiva no lo era sólo sobre Florencia Marcó, sino sobre el amplio espectro del fútbol femenino de la institución Xeneize. Fue contundente una futbolista que era parte de aquel plantel y hoy está en Brasil quién declaró por zoom y dijo en forma terminante: “Yo estuve presente cuando manoseo a Florencia. Pero además, hay varias chicas que sufrieron todo tipo de acoso”. A partir de ello el propio fiscal del juicio, Martínez Burgo, inició una investigación preliminar por el delito de encubrimiento de abuso sexual para la Comisión Directiva del club y también para la totalidad del Consejo de Fútbol, que contempla pena de hasta tres años de prisión. Un delito que no es fácil de probar si no se rompe un pacto de silencio que parece evidente en este caso y que la Justicia hizo tambalear cuando condenó a Martínez, sí al ex lateral que hasta llegó a jugar en la selección argentina, por abuso sexual.
Cascini, junto a Riquelme, en la presentación de Diego Martínez como DT (EFE/ Luciano González)