Salteña con diabetes pide ayuda para una cirugía de amputación de una de sus piernas

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Susana Fernández Apacani (57), es salteña y reside en Villa Lavalle. Hace tiempo atraviesa una delicada situación de salud. Los primeros meses del año estuvo internada en el Hospital Papa Francisco, por una diabetes que se agravó luego de la aparición de una lastimadura en uno de sus pies, por lo cual debieron amputarle dos dedos. Al sentirse muy mal por estar postrada, ya que también sufrió un ACV, decidió pedir el alta voluntaria para buscar la ayuda del sector de salud privado.

Susana Fernández Apacani (57), es salteña y reside en Villa Lavalle. Hace tiempo atraviesa una delicada situación de salud. Los primeros meses del año estuvo internada en el Hospital Papa Francisco, por una diabetes que se agravó luego de la aparición de una lastimadura en uno de sus pies, por lo cual debieron amputarle dos dedos. Al sentirse muy mal por estar postrada, ya que también sufrió un ACV, decidió pedir el alta voluntaria para buscar la ayuda del sector de salud privado.

Los interesados en ayudar pueden contactarse con Pastor Chipana al 3875420765

“Sentía que me moría cada día que pasaba en el hospital”, contó Apacani.

Y expresó: “Cuando me vio el doctor me dijo que tenía que amputarme una pierna, pero no sabía desde donde, yo ya estaba muy mal, ni siquiera comía, por eso le pedí a mi marido que me saqué del hospital”.

Por ese motivo decidió salir del nosocomio, pesé a su vulnerable estado de salud. Cuando le preguntaron si se retiraba del hospital por su propia voluntad, sin dudas dijo que sí. “Prefiero morir en mi casa, no me sentía contenida”, aseguró.

Mientras varias lágrimas recorren su rostro la mujer cuenta que en su estadía internada en el nosocomio, sentía que el colchón le “quemaba la espalda”, ya que no tenía movilidad alguna. Muchas veces no llegaban los profesionales para la fisioterapia. Por lo cual permanecía varias horas sin moverse en la cama fría y dura del Hospital.

Según relató al padecer diabetes, su patología empeoró cuando le surgió una especie de hongo en el pie, que luego generó una herida que hizo avanzar una infección y provocó que le amputen dos de sus dedos. Hoy requiere que la operen con urgencia, pero no quiere volver al nosocomio más cercano a su hogar. “Yo no quiero volver al Hospital Papa Francisco, estoy muy cansada de ese lugar, prefiero morirme en mi casa”.

La familia de escasos recursos no cuentan con ayuda económica y se sostienen con changuitas que realiza Pastor Chipana, esposo de Susana. “Hago todo tipo de trabajos particulares, hasta lavo ropa para la gente para juntar plata”, contó el hombre angustiado.

Y añadió que cuando decidieron pedir el alta voluntaria de Apacani, ella comenzó a mejorar notablemente, ya que Pastor le ayuda a diario con gimnasia de rehabilitación.

Sin embargo, ahora necesitan recursos para afrontar la cirugía de amputación de su pie. Además, requieren apoyo para seguir solventando medicación costosa por su deteriorado estado de salud. “Fuimos a un doctor particular que nos dijo que tienen hacerle la cirugía con urgencia, para que no avance la infección, previamente le harán un estudio profundo. Pero debemos solventar su estadía en la clínica”.

Derecho a una atención de salud de calidad

El hombre remarcó que el hecho de ser carentes de recursos, no puede condicionar el derecho que tiene su esposa a vivir y el acceso a una atención de calidad. Y aseguró que viene luchando con la ayuda de la gente solidaria, que lo acompañaron con los costos de las curaciones e insumos necesarios como gasas, vendas, líquido y medicamentos que no les proveían desde el nosocomio. “Cada cosa me costaba unos 15 mil pesos, a eso hay que sumarle el remis para llevarla y traerla del hospital. Todo requiere mucho dinero”.

Y agregó que trabaja de forma independiente y pesé a lograr conseguimos el carnet de discapacidad, para llevarla hacer el trámite de transporte requiere de una silla de ruedas o muletas para movilizarla.

“Le pido a toda la gente de Salta que nos apoye con una silla de ruedas, muletas y requerimos Cefixima para suministrarle, que es un medicamento altamente costoso”, afirmó Chipana.

Luego recordó que lo más importante es estos momentos es que le practiquen la cirugía. “Quiero que mi esposa este bien, siempre fue muy activa, ahora llora y sufre por lo que está atravesando”.

Asimismo, Pastor Chipana, afirmó que cuenta con acceso al programa de diabetes y a una especialista nefróloga, quienes les otorgan remedios para los riñones que también están afectados, pero para lo demás deben proveerse solos. “Confiamos en el último doctor que consulté, me está guiando muy bien, pero necesitamos la mano de los salteños. Les pido que no nos abandonen”.

Los interesados en ayudar pueden contactarse con Pastor Chipana al 3875420765

Fuente: https://www.eltribuno.com/salta/seccion/policiales

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