Un escritor olvidado

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Ciro Torres López fue un salteño de Chicoana, investigador inquieto, aventurero y escritor crítico, que describió su tierra y los pueblos que visitó en una vida viajera. Pero este verdadero escudriñador de su tiempo, dejó pocos datos sobre su biografía, que se esfuma alrededor de 1955, probablemente, en la provincia de Santa Fe. Había nacido el 6 de junio de 1898. Su padre, Juan Torres Carrasco, murió cuando Ciro era un niño. Su madre Asunción López Cabezas, residió hasta su muerte en la casa de El Carril donde Ciro pasó su infancia. A los 21 años escribió el breve ensayo ‘Güemes’, publicado en la revista Güemes de Benita Campos. En 1921, sus primeros textos en ‘Caras y Caretas’, ‘El Hogar’, ‘La Nación’, ‘La Razón’ y ‘Atlántida’. Marchó a Buenos Aires en 1922, con dos valijas repletas de manuscritos. A los 22 años publicó ‘Aves de presa’, en ‘La novela semanal’, donde publicaron Benito Lynch, Ricardo Rojas, Juan Carlos Dávalos, Enrique Larreta, Bernardo González Arrili, César Carrizo y otros. En 1923, la revista ‘Nosotros’, publicó textos incluidos en ‘Miñur en Sumalao’. Publicó en ‘Revista de Derecho, Historia y Letras’, fundada y dirigida por Estanislao Zeballos. Publicaba en ‘Plus Ultra’, en ‘El Mercurio’ de Chile y en ‘Zig Zag’ de Perú. Entre 1922 y 1924 escribió ‘El Maleficio’, novela. De 1923 son dos novelas inéditas, cuyos manuscritos, se conservan en Santa Fe en la Biblioteca Argentina ‘Dr. Juan Álvarez’ de la ciudad de Rosario: ‘El Relincho’ y ‘Los Senderos del destino’, ambas fechadas en 1933, según el escritor salteño Gregorio ‘Gori’ Caro Figueroa. En Santiago del Estero, en septiembre de 1925, fundó junto a un grupo de intelectuales santiagueños y firmó el manifiesto del grupo ‘La Brasa’, con Bernardo Canal Feijóo, Manuel Gómez Carrillo, Emilio Wagner, Oreste Di Lullo y Carlos Abregú Virreira, entre otros. Dictó conferencias por San Juan. Mendoza, San Luis, Córdoba. En 1928 viajó a Jujuy, donde visitó Ledesma y La Quiaca. El 3 de marzo de 1928 ingresó a Bolivia. Anduvo por Tupiza, Oruro, La Paz, Cochabamba, Potosí, Sucre, Mizque, Santa Cruz de la Sierra. Dictó en Bolivia 450 conferencias y escribió más de cien artículos. Conoció a Franz Tamayo. En 1929 volvió al Altiplano y desde allí a Cuzco, Puno, Arequipa y Mollendo. En 1932 regresó a Salta, donde expuso sus ideas en la Sociedad Siria Libanesa, luego en Embarcación y Tartagal. En 1955 anunció la próxima edición, del libro ‘El mar en la argentinidad’. Ninguna calle, escuela o biblioteca lleva su nombre, aunque publicó más de 3000 artículos en revistas de Buenos Aires, Bolivia, Santiago de Chile, Lima, Madrid, y en Social Forces de la Washington University de los Estados Unidos, dictó más de 3200 conferencias, visitó ocho países, recorrió el Amazonas en las zonas brasileña, boliviana y peruana, fundó periódicos, costeó la edición de sus libros, creó decenas de bibliotecas públicas en sitios apartados, advirtió la importancia de la radio como medio de difusión cultural, reunió un museo amazónico itinerante, fue uno de los primeros en cruzar Los Andes en aeroplano. Sus libros: “Política provinciana I”, 1922. “Las maravillosas tierras del Acre”, en la floresta amazónica de Bolivia, novela, 1930, 747 páginas, Colección Don Bosco, La Paz, Bolivia, 5000 ejemplares. “Sumarios de las categorizaciones orales de Ciro Torres López”, Rosario de Santa Fe, 1936. “El maleficio”, novela regional del noroeste argentino, 1938. “Miñur en Sumalao”, novela, 1941. “Vías de Argentinidad”, 1944. “Bolivia en el continente”, 1948. “El Puerto de Santa Fe y su hinterland provincial, nacional y continental”, 1951. “España en América”, 1953. “El abuelo árabe”, 1955.

Fuente: https://www.eltribuno.com/salta/seccion/policiales

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