Este domingo, a las 15:00 horas, Polonia y Países Bajos se enfrentarán en la Eurocopa 2024 en Hamburgo. El encuentro llega en un contexto político tenso tras la victoria del Partido de la Libertad (PVV) en las elecciones neerlandesas. El PVV, liderado por Geert Wilders, ganó apoyado por más de 2.5 millones de votantes con un programa que propone una política migratoria más restrictiva. Wilders ha declarado: “Queremos menos Islam y lo lograremos gracias a una menor inmigración no occidental y la introducción de un cese general del asilo.”
Seis semanas después de las elecciones, Wilders filtró otra medida polémica que filtró a The Times: la retirada de las disculpas del Rey Guillermo Alejandro respecto a la esclavitud y las acciones policiales. Esta retórica, que mezcla xenofobia con exaltación del pasado colonial, choca con la realidad de la selección neerlandesa.
Ronald Koeman presentará en el Volksparkstadion un equipo con 16 futbolistas que no encajan en los esquemas de Wilders. De los convocados, diez jugadores provienen de territorios de ultramar y seis son hijos o nietos de inmigrantes africanos -no es solo el 61.5% de los convocados, sino también sus ascendencias-. Entre ellos se encuentran Virgil van Dijk y Xavi Simons, con raíces en Surinam, y Jeremie Frimpong y Memphis Depay, cuyas familias son originarias de Ghana.
El pasado 6 de noviembre, durante un amistoso ante Canadá en Rotterdam, Frimpong y Depay celebraron el gol con la danza Adowa. “Por supuesto que representamos a Países Bajos, pero lo que hicimos es algo que está en nuestra sangre”, comentó Depay.
Lejos de la icónica ‘Naranja Mecánica’ de los Mundiales de 1974 y 1978, completamente compuesta por jugadores blancos, la actual selección neerlandesa ha ido incorporando ídolos con raíces diversas, incluidos Ruud Gullit, Frank Rijkaard y Patrick Kluivert, todos con raíces en Surinam, que obtuvo su independencia en noviembre de 1975, así como Clarence Seedorf, Aron Winter y Edgard Davids, nacidos en Paramaribo, la capital surinamesa.
Volver a soñar 36 años después
El internacional con Países Bajos, Brian Brobbey (REUTERS/Piroschka Van De Wouw)
El debut de la selección neerlandesa es una oportunidad para acabar con los fantasmas del pasado. La ‘Naranja Mecánica’ no ha tenido representación en ninguna de las cuatro primeras Eurocopas, pero sí se han convertido en uno de los grandes combinados entre las selecciones europeas. Países Bajos siempre ha sido un país puntero futbolísticamente hablando, aunque sus actuaciones en los últimos años hayan sido algo irregulares. El rendimiento descendió significativamente desde el Mundial de 2014, no logrando tener representación ni en la Eurocopa de 2016 ni en el Mundial de Rusia de 2018. En la última edición de la Nations League, quedó eliminada en los octavos de final.
Sin embargo, es un combinado que ha protagonizado tres finales mundialistas y que ha ganado una Eurocopa. Fue la de 1988, celebrada en Alemania. 36 años después quiere demostrar al mundo del fútbol que sigue siendo una de las mejores. Para eso, cuenta con una de sus estrellas, el joven de 22 años del Ajax, Brian Brobbey. Con 22 goles y 12 asistencias esta temporada, ha sido un claro protagonista desde las categorías inferiores, lo que sugiere que podría ser un pilar fundamental para volver a hacer soñar a esta selección.