En la madrugada de hoy, los senadores avanzaban con la aprobación en particular de la ley Bases. Modernización laboral, facultades delegadas, energía, reforma de contratos y acuerdos con el Estado eran algunos de los ítems que al cierre de esta edición habían tenido luz verde.
La votación en particular estuvo marcada por apoyos al menos llamativos, a la vez que el primer ítem volvió a tener como protagonista a la vicepresidente Victoria Villarruel.
Es que cuando los senadores votaron el capítulo de las facultades delegadas, el tablero volvió a mostrar un empate, esta vez en 35 votos. Villarruel volvió a desempatar y se le dibujó una amplia sonrisa cuando el tablero, por segunda vez en la noche, marcó que su intervención resultó vital para inclinar la balanza a favor del Poder Ejecutivo.
Con ayuda de los legisladores santacruceños José María Carambia y Natalia Gadano -los mismos que el martes en la noche cambiaron de opinión y llamaron a no dar quórum-, el oficialismo consiguió aprobar la declaración de las emergencias públicas en materia administrativa, económica, financiera y energética, por un año.
También quedaron aprobados los artículos que facultan al Ejecutivo a disponer la disolución total o parcial, fusión, escisión, modificación o transferencia de organismos de la administración central o descentralizada del Estado. A pedido de la oposición se agrandó el listado con los órganos que el estado no va a “poder tocar”.
Además quedaron ratificados los artículos que le permiten a Javier Milei unificar, modificar, o liquidar los fondos fiduciarios públicos y los que plantean la posibilidad de intervenir organismos descentralizados con exclusión de las universidades nacionales, los órganos del Poder Judicial, Poder Legislativo y Ministerio Público.
Los artículos de privatizaciones terminaron siendo aprobados, después de que el oficialismo anunciara que dejaba afuera del listado a Aerolíneas Argentinas, el Correo Argentino y Radio y Televisión Argentina, que incluye la TV Pública y Radio Nacional.
También se aprobó la reforma laboral y el polémico Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (Rigi).