En medio del resplandeciente mar Caribe se levanta un hito que combina destreza arquitectónica y desafíos aeronáuticos, el Aeropuerto Juancho E. Yrausquin en la isla de Saba, reconocido por tener la pista de aterrizaje más pequeña del mundo apta para operaciones comerciales.
Con apenas 396 metros de longitud, esta singular infraestructura se presenta como un reto considerable para los aviadores, quienes deben recibir entrenamiento especializado para sortear las peculiaridades que esta presenta. A pesar de los retos, es destacable que, “hasta la fecha, no se han reportado accidentes graves”, lo que subraya un compromiso irrefutable con la seguridad aérea.
Este es aeropuerto es considerado uno de los más peligrosos del mundo (Grosby)
La isla de Saba, perteneciente a los Países Bajos como una municipalidad especial, alberga este aeropuerto que lleva el nombre de Juan Enrique Irausquin, un político holandés de la década de 1960, cuyo legado incluye haber financiado la construcción del aeropuerto como parte de su compromiso con el desarrollo de la isla tras sobrevivir a una tormenta en su viaje hacia Saba. Desde su inauguración en 1963, esta terminal ha servido de puente aéreo hacia y desde la isla, facilitando el acceso a este remoto destino caribeño.
La ubicación del Aeropuerto Juancho E. Yrausquin contribuye a su fama, estando rodeado por colinas y acantilados los cuales presentan un desafío adicional para las operaciones aéreas.
A pesar de su reconocimiento como una de las pistas más peligrosas del mundo, es importante subrayar que no se han reportado accidentes graves hasta la fecha, reafirmando así el compromiso con la seguridad aérea.
Eso sí, los pilotos que desean operar en este destino deben recibir entrenamiento especial, adecuándose a las peculiaridades de su limitada longitud de pista.
Este aeropuerto se ubica en la isla de Saba (Grosby)
El Aeropuerto Juancho E. Yrausquin, situado en la isla de Saba en las Antillas Menores, destaca por ser un punto neurálgico en la conexión aérea con San Martín, ubicada a menos de 50 kilómetros de distancia. Esta ruta aérea es exclusivamente operada por Windward Islands Airways (Winair), la aerolínea nacional de San Martín, y tiene una duración aproximada de 15 minutos. Durante 2022, el aeródromo registró un flujo de aproximadamente 3.900 pasajeros, observando un incremento con respecto al año anterior.
Dada la corta longitud de su pista de aterrizaje, la terminal, solo puede recibir aviones pequeños de hélice y helicópteros, excluyendo la posibilidad de operar aviones a reacción.
La importancia del aeropuerto se refleja en el aumento paulatino del número de viajeros. En comparación con el 2021, donde se registraron 3.230 pasajeros, hubo un notable crecimiento. Este incremento es aún más significativo si se compara con las cifras del 2020, año en el que la pandemia golpeó duramente al sector aéreo, limitando el número de pasajeros a solo 1.860 individuos. Este repunte demuestra la resiliencia y recuperación gradual del tráfico aéreo en la región.
Cómo es la isla de Saba
Esta es The Bottom, la capital de la isla de Saba (Corbis Historical)
Saba, una diminuta isla caribeña bajo dominio neerlandés, emerge como el municipio más pequeño de Países Bajos. Con un área de apenas 13 km², esta isla alberga a menos de 2.000 residentes, destacando por albergar el Monte Scenery, un volcán activo que se erige como el punto más alto del reino alcanzando más de 877 metros sobre el nivel del mar.
La densidad poblacional de Saba se sitúa en torno a 140 personas por km², distribuidas principalmente en poblados como The Bottom, la capital isleña, así como Windwardside, Hell’s Gate y St. Johns.
A pesar de ser una colonia holandesa donde el neerlandés es el idioma oficial, el inglés juega un papel crucial en la vida cotidiana de Saba, utilizándose ampliamente tanto en la comunicación ordinaria como en el ámbito educativo. Esto convierte a la isla en un destino accesible para aquellos visitantes angloparlantes o para quienes posean conocimientos de inglés de nivel escolar. El paisaje de Saba se compone mayoritariamente de zonas boscosas, que incluyen numerosas especies de helechos y áreas con suelos húmedos, favoreciendo la proliferación del mango.