Es jujeña y enseña a bailar tango y folclore en México

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Conocida por ser la capital cultural de América, la ciudad de México es urbe con una historia fascinante desde tiempos precolombinos.

Tal es así que es vista a nivel mundial como una de las más ricas y fascinantes, donde la vida late permanentemente en las calles y los museos se constituyen en propuestas infaltables para visitar y aprender junto a su variada oferta gastronómica que es reconocida por sus sabores y contiene una riqueza absoluta y especial que la distingue.

Allí, en este país es en donde María Julia Rodríguez vive gracias al arte que sabe expresar a través de la danza; e imparte desde las clases que la fortalecen en su docencia especializada en el movimiento corporal.

Esta jujeña vive desde hace dieciocho años en la ciudad azteca, logró asimilar el hecho de cambiar de país, descubriendo gran receptividad en las personas y haciendo amistades que valora con mucho cariño. “En el mismo año que llegué cumplí treinta, así que ya voy por los cuarenta y ocho años y con muchas experiencias y escenarios bailados”, expresó María Julia Rodríguez sobre sus vivencias al arribar a Centroamérica.

Como una suerte de rumbo viajero sorprendente, la vida la motivó desde muy pequeña a abrirse camino a través del arte.

Por eso, hace del tango y del folclore una pasión sin fronteras. Es así que logró llegar a los recintos más reconocidos en calidad de invitada y también como coreógrafa profesional. Hoy es madre de tres hijos, dos que nacieron en nuestra provincia y el tercero en tierra mexicana.

“Viajar para mis hijos fue todo un tema, al más grande con ocho años, se le complicó la adaptación al estar lejos; en menor medida al del medio y el más chiquito nació aquí”, expresó Rodríguez quien aprendió con “altas y bajas” a adaptarse a una idiosincrasia distinta a la de su natal argentina.

La profesora de danza -que estudió en la escuela Monteagudo- recuerda sus raíces y todavía mantiene una conexión telefónica como maestra de música y con sus compañeros de las promociones ’89 de primaria y ’94 de su secundaria, efectuada en la Escuela Normal.

El camino del arte se le presentó a través del ballet de la Unju, sintiendo el folclore bajo la dirección de Ivana Bato. “Fuimos a Cosquín representando a Jujuy”, explicó la artista que también se especializó en danza contemporánea.

“Mi formación fue en el ballet de la Unju y soy profesora en Artes en Danza con especialidad de expresión corporal”, contó quien no se había imaginado ejerciendo la docencia. Con el tiempo el amor llegó a su vida a través de un mexicano. “Vivimos tres años en Jujuy y luego por conveniencia nos vinimos a México”, comentó Rodríguez que en la actualidad se siente promotora de la danza argentina. Aunque al tango no le hace falta difusión, notó que sí en lo referido al folclore. “Lamentablemente, la danza nativa folclórica no tiene la recepción que debería tener, pero sí hay grupos reducidos que la conocen”, explicó. Así, fue parte de la organización de peñas folclóricas desde 2014 y 2015, que después se realizaron una vez por semana y; luego, una vez, cada mes.

“La gente lo mira como algo exótico, yo siento lealtad con el folclore. Aun así, me siento ciudadana del mundo. Me ha costado tiempo, cuando falleció mi mamá en 2017, lo viví desde lejos; en su momento, fui con el pendiente de cerrar ciclos. No me siento de aquí, ni de allá. Soy de donde esté”, comentó Rodríguez desde su presente que la encuentra como fundadora de la Casa de la Cultura de Argentina en el Distrito Federal. “En su momento fue una necesidad mía, yo quería trasladar Argentina aquí y con Nora Saúl nos tiramos a la pileta. A pulmón trabajamos”, destacó esta mujer que no pierde la esperanza de tener un espacio propio para mostrar el arte en danza de Argentina al mundo, desde México.

No obstante, en estos años vividos allí, logró conocer Guanajuato, Querétaro, Tamaulipas, Puebla, Valle Bravo, Tepoztlán, Cancún, puerto Morelos, playa del Carmen, Taxco y Oaxaca. “Vivo en Coyoacán, tiene zonas muy bonitas. Muy al estilo colonial, no tiene edificios altos”, dijo la docente en danzas que brinda clases en la universidad de Unam desde febrero de 2023. Sus saberes sobre chacarera, zamba, gato, cueca, taquirari, bailecito y carnavalito junto al tango en toda su esencia son recibidos en Centroamérica con gusto y ella homenajea sus raíces desde el arte que tanto ama expresar.

Fuente: https://www.eltribuno.com/salta/seccion/policiales