Conocida como “Patri”, la colombiana Aida Patricia Rivera Jativa distribuía droga con el sello del “Patrón del Norte”, desde la cárcel federal de General Güemes. Operaba en distintas partes del país y tenía conexiones internacionales.
La Superintendencia de Drogas Peligrosas de la Policía Federal Argentina (PFA) desarticuló la organización narco que distribuía cocaína con el sello de Delfín Reinaldo Castedo, el capo narco salteño conocido como el “Patrón del Norte”, que se encuentra bajo arresto tras ser condenado en 2022 a 16 años de cárcel.
“Patri” se encuentra detenida desde principios de 2020 por transporte de estupefacientes y actualmente purga una condena de siete años de prisión.
Según la investigación, la mujer narco daba las órdenes desde la cárcel para el contrabando, tráfico y distribución de cocaína de máxima pureza hacia San Luis, Mendoza, Córdoba y Buenos Aires.
Tras la investigación se identificaron a otras personas: una pareja conocida como “Los peruanitos”, que eran los encargados de la distribución. Se tratan de “Huguito” (67) y “Andreita”, ciudadana peruana, de 61 años. Otro implicado es alías “Pancho”, un colombiano de 57 años. Este último sería la “la pata financista” de la organización.
La desarticulación de la banda comenzó anoche con la detención de un auto Chevrolet Corsa en el kilómetro 773 de la Ruta Nacional N°9, casi el cruce con la Ruta 60, a la altura de la localidad cordobesa de Sarmiento. El vehículo era conducido por “Huguito” y “Andreita”. Había cruzado clandestinamente desde Bolivia burlando los distintos controles.
Bajo las directivas de la Fiscalía Federal N°2, a cargo de Carlos María Casas Noblega, y del Juzgado Federal N°2 que conduce Alejandro Sánchez Freyters, los agentes inspeccionaron el auto y encontraron varios panes de cocaína que estaban ocultos en el piso.
La droga -que tiene un valor de mercado sin cortes a US$ 34000- estaba marcada con un relieve en forma de delfín. Dicha estampa del animal marino alude al nombre del capo narco.
Los sospechosos fueron detenidos. En el auto además llevaban US$ 2.000 en efectivo, pesos bolivianos y argentinos. El dinero, más los paquetes de cocaína y sus teléfonos celulares fueron secuestrados.