Hija mayor del médico, docente y ensayista José Ingenieros -autor de “El hombre mediocre” y “Las fuerzas morales”-, la bióloga Delia Ingenieros decide abandonar a los 33 años, en 1948, su carrera de investigadora en un laboratorio. ¿Por qué? Para estudiar con un maestro de la prestidigitación, el mago Wong, como se hacía llamar el maestro húngaro Juan Hoffman.
A partir de ese cambio, elige el nombre Kamia para su nueva identidad y muy pronto comienza a trabajar en fiestas infantiles, clubes nocturnos, circos, enamorada del poder de la ilusión, el brillo del suspenso, las risas de los chicos, el aplauso de los grandes, el misterio y la emoción en un puño, en fin, otra vida en lugar de la razón, el guardapolvos, los microbios, la ciencia y su mirada gélida sobre los acontecimientos.
Nadie mejor que Eugenia Alonso para este papel. Abandonó su profesión de bioquímica para dedicarse por completo a la actuación. Este es su primer unipersonal.
La directora Cecilia Meijide también sabe de cambios: su papá, Meiji, dejó la Medicina por las historietas y la plástica.
Entradas a la venta por Alternativa Teatral.
Fuente: https://salta.telefe.com/redes