Empresarios del norte de la provincia se reorganizan para retomar las protestas en contra de los aumentos de la luz, con la idea de judicializar los reclamos de manera conjunta.
Así lo adelantó Jorge Barakat, prosecretario de la Cámara de Comercio de Orán, quien expresó que junto con la Cámara de Comercio de Tartagal avanzan las reuniones con asesores para elaborar un comunicado conjunto y dar el puntapié para el inicio de acciones legales. En estas tratativas podrían incluirse también a los sindicatos y a otras organizaciones del norte de la provincia.
“Nos estamos juntando con sindicatos y otras fuerzas vivas para elaborar y judicializar la protesta. Con Tartagal estamos hablando con los abogados y se espera una reunión para unificar los reclamos” expresó Barakat en contacto con Radio Salta.
El dirigente aseguró que para el caso de Orán las boletas de luz están llegando más caras, cuando supuestamente los incrementos se habían suspendido. “Lo que estamos notando es que las nuevas boletas están llegando con menos consumo pero más caras que el mes anterior”, aseguró Barakat.
En esta línea explicó que los comercios de Orán están pagando boletas por arriba de los 200 mil pesos y refutó las palabras del ministro de Infraestructura, Sergio Camacho, quien aseguró que “solo el 17 por ciento de los comerciantes paga boletas por arriba de los $100 mil”.
“Eso será en otros lugares, pero aquí la realidad es totalmente distinta. Yo en mi negocio pago 250 mil pesos como mínimo, a lo que tengo que sumar el alquiler. La realidad es diferente a la que plantean”, aseguró.
A esto Barakat sumó que el servicio de Edesa se mantiene en las mismas condiciones de precariedad que el año pasado, cuando los vecinos y comerciantes de esa ciudad llevaron a cabo un acampe que duró un año frente a las oficinas de la distribuidora eléctrica en el norte de la provincia.
“Seguimos con los cortes de tres horas sin programar y jornadas completas de 9 a 13 horas sin luz y el perjuicio siempre es para el comercio y los vecinos. Siempre los problemas son ajenos a Edesa, pero los problemas son de nosotros y si no pagás la boleta el corte del servicio es inmediato”, reclamó.
Al insistir en que la mayoría del comercio en Orán recibió boletas muy por encima de lo que oficialmente se informó, Barakat aseguró que los negocios no pueden seguir restringiendo el uso de la electricidad, sumando a ello el mal servicio de Edesa.
En Metán
Al reclamo del comercio en el norte de la provincia se empiezan a sumar fuertes quejas también en el sur, con manifestaciones de comerciantes indignados porque les llegaron boletas de luz de casi $1.000.000
Pablo Martínez dijo que no se puede afrontar el incremento. “Estamos subsistiendo por las mermas en las ventas”, sostuvo.
“En los últimos meses pasé a pagar de $320.000 a $450.000. Luego de $700.000 a $1.000.000. Se me hace imposible abonar eso. Llevo 23 años en el rubro gastronómico y estamos en una situación muy delicada”, dijo Martínez, quien tiene un comercio dedicado a la venta de comidas en la colectora de la ruta nacional 9/34, en el tramo urbano de Metán.
“En la última boleta me llegó $929.650,53 de energía eléctrica y con el agua y los impuestos el monto total es de $1.004.505,43. Nosotros tenemos un comercio chico, familiar. Todavía debo la de $700.000 porque no había llegado a juntar para pagarla. Creí que había un error por semejante incremento, pero no puede ser de semejante magnitud. La última es más de un millón de pesos, por eso llevé una copia a Defensa del Consumidor para hacer un reclamo”, dijo el comerciante, indignado.
“Supuestamente a la última la van a volver facturar porque no está autorizado el incremento, pero la merma será de un 10%, o sea voy a pagar $900.000 y es imposible igual abonar eso”, dijo.
Subas y consumo financiado
El comercio del norte rechazó el pago financiado que ofreció Edesa. “En la tercera boleta que pagás financiada, ya tenés tres facturas atrasadas; es imposible”, dijeron. También advirtieron que pese al freno de las otras subas autorizadas por el Ente Regulador las boletas están llegando más caras. Por último, dijeron que ya no pueden restringir más el consumo. “Una carnicería necesita las cámaras. En el norte no se puede vender con 50 grados y sin aire acondicionado”.
Martínez dijo que en dos meses ya debe $1.700.000. “No sé adónde quieren llegar con todo esto, porque hay muchos comerciantes y vecinos comunes que están en la misma situación. Nosotros vivimos el día a día y con una disminución en las ventas”, detalló.
“Es un sacrificio poder tener abierto el negocio y pagar a los empleados. Realmente estamos subsistiendo. Unos pesos que uno podía tener guardado lo estamos gastando en el costo de vida diario por el tarifazo y el aumento de los insumos como la carne”, explicó.
“A la gente al tener menos ingresos no le alcanza y es un lujo salir a comer. Nosotros logramos subsistir porque estamos en la colectora de la ruta y paran los que van viajando. Tenemos un menú económico que es lo que la gente busca”, remarcó Martínez, frente a la difícil situación que atraviesa el sector.
“Vi la boleta y me puse a llorar”
“En las últimas boletas de Edesa me llegaron $900.000 y después $800.000, y la de ahora no la quiero ni ver porque me amargo, porque todo esto me parece una gran injusticia”, dijo Alejandro Caliva, quien tiene un comercio tradicional del rubro pastelería en Metán.
“Nuestro negocio es chico y tenemos empleados. Cuando vi una de las boletas estaba con mi madre y me puse a llorar porque le dije que vamos a tener que cerrar, porque no hay alternativa. Pero le seguimos buscando la vuelta porque llevamos muchos años de trabajo”, destacó.
“Ahora entrás a mi negocio, que es pequeño y ya no es como antes. Parece que estaría fundido porque apagamos heladeras y ya no vendemos gaseosas para mermar el consumo, porque el margen de ganancia es poco en las bebidas. Esta medida es para tratar de seguir adelante”, dijo Caliva.
“Fui con un bolso lleno de dinero a pagar la luz y esto es muy grave”, dijo el comerciante, cuya familia elabora desde hace décadas una de las mejores tortas de hojaldre del país.
“Hay cosas que bajaron, como el azúcar, pero tenemos que seguir aumentando por los tarifazos y ahora se viene el del gas. La gente está desesperada”, remarcó.
Otra comerciante del rubro comestibles dijo: “Me llegó casi $1.000.000 en la boleta de Edesa y la tuve que pagar. Es increíble lo que nos están haciendo con estos aumentos que nos van a terminar fundiendo”.
Un pedido al gobernador
En marzo el gobernador Sáenz mostró en las redes sociales su indignación por lo que consideró una injusticia: una factura eléctrica de Salta capital y otra CABA, donde la diferencia se hizo evidente por el costo de la producción energética y el transporte troncal. El mandatario no habló en ese momento del costo de la distribución local. “Sería bueno que explique ahora los aumentos que autorizó a Edesa”, pidieron los comerciantes.