¿Qué ocurrió? Hubo un centro de Riestra e Iribarren conectó la pelota con su pierna derecha. El balón dio en el brazo diestro de Jonathan Galván, quien giraba en el aire y estaba a cerca de un metro de su rival. Trucco paró el juego hasta que desde la cabina en Ezeiza lo invitaron a revisar la jugada en el monitor.
Allí, escuchó presiones de ambos lados. Desde el banco del Bicho le gritaron: “Si cobra eso es porque nunca jugó al fútbol”. Se tomó su tiempo hasta que decidió no sancionar penal.
¿Qué dice la regla? “Se considerará que un jugador ha conseguido que su cuerpo ocupe más espacio de manera antinatural cuando la posición de su mano o brazo sea consecuencia del movimiento de su cuerpo en esa acción concreta o no se pueda justificar por dicho movimiento. Al colocar su mano o brazo en dicha posición, el jugador se arriesga a que el balón golpee esa parte de su puerto y esto suponga una infracción”.
Entonces, la interpretación de Trucco fue que Galván tenía su brazo en posición natural en el momento del contacto con la pelota. Recordar: el juez también tiene en cuenta la poca distancia desde el remate de Iribarren para considerar que no podía evitar que la pelota le tocara el brazo derecho. Pero esto no fue lo que pensó Lamolina, porque de lo contrario no hubiese llamado al juez central a la revisión.
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Deportivo Riestra – 31-1-2024 El penal que reclamó Riestra
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