Pero las partidas de más peso en la composición del gasto vienen recortándose de manera sostenida, aunque el combo de devaluación y congelamiento de tarifas de los últimos meses del año pasado disparó el envío de fondos para pagar subsidios energéticos en diciembre.
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Subsidios
Los subsidios a la energía cayeron, en todo 2023, un 23,5% anual descontada la inflación, o 0,45% del PBI, según el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf). Estas partidas representan el 8,1% de todos los gastos primarios del Estado nacional. Según lo que planteó Caputo, deberían caer otros 0,7 puntos del Producto este año.
Asignaciones familiares
En términos interanuales, solo las Asignaciones familiares y la AUH cayeron más que los subsidios. El ajuste en estas partidas fue del 37,3% y se profundizó en diciembre, por el impacto de la inflación y el rezago en la actualización de estos fondos que se rigen por la ley de movilidad. El recorte fue de 0,35% del PBI.
Las asignaciones familiares y AUH fueron las partidas de gastos que más cayeron en 2023, según Iaraf.
Caputo anunció, dentro del paquete de medidas del inicio del mandato de Javier Milei, una duplicación en los montos de la AUH, pero se hizo efectivo a comienzos de enero. Las asignaciones, con todo, representan apenas 2,3% de los gastos totales, o poco más de un tercio del peso de los subsidios a la energía.
Jubilaciones y pensiones
El foco del ajuste fiscal se centró en las jubilaciones y pensiones. Es lo que viene ocurriendo desde que aceleró la inflación y la fórmula de movilidad quedó desfasada. Las jubilaciones y pensiones contributivas significan el 32% del gasto primario y cayeron, en 2023, 10% en términos reales. Las pensiones no contributivas (2,3% del gasto) cayeron 21,3%.
El pago de bonos no remunerativos con el que el Estado compensa a los haberes mínimos y medio-bajos contuvo parcialmente el ajuste en las prestaciones. Según la Oficina de Presupuesto del Congreso, la caída consolidada hubiera sido de 12,4% real si no hubiera habido pagos extraordinarios.
Las jubilaciones cayeron 0,65% del PBI el año pasado. El Gobierno estimó que este año deberían caer otros 0,4 puntos del PBI. La fórmula de actualización que propuso al Congreso este lunes concentra la licuación en los primeros cuatro meses, que serían los de más inflación.
Los subsidios al transporte, que representan 2,5% del gasto, cayeron 15,2% real el año pasado, según el Iaraf. La OPC, que sigue el gasto devengado y no el “base caja” (la diferencia entre las autorizaciones de pago y el pago efectivo) computó que estas partidas aumentaron 4,1% real.
Salarios
Si el trabajo sucio de 2023 se concentró en esas áreas, el Gobierno de Alberto Fernández se preocupó por que los salarios del sector público recuperaran poder adquisitivo. El pago de remuneraciones aumentó 7% el año pasado y significó el 13,2% del gasto primario.
Las transferencias a universidades también crecieron en términos reales, principalmente por pago de salarios. El envío de recursos aumentó 11,5% y su peso en los gastos totales fue del 3,6%.
Planes sociales
Aunque los fondos para pagar AUH cayeron, otras prestaciones sociales recibieron más dinero que en 2022. El pago de programas sociales (Potenciar Trabajo y otros) significó el 10,8% del gasto y las partidas aumentaron 18,6% anual. Las prestaciones del PAMI y otros institutos sociales (4,6% del gasto) aumentaron 19,5%.
Fondos a provincias
Las transferencias corrientes a provincias representaron en 2023 el 3,6% del gasto y crecieron 2,6% real. Las transferencias de capital (recursos de la Nación para financiar obras) aumentaron 25,2% anual y siginficaron el 2,3%A de las erogaciones.
Allí se concentrará buena parte del ajuste que anunció el presidente Javier Milei. En este caso, la motosierra no necesita del aval del Congreso, aunque los recursos suelen ser prenda de negociación con los gobernadores, en momentos en que estos se oponen a la suba de retenciones y a tijeretazos que afectarán las arcas provinciales.
Según Iaraf, el déficit primario aumentó desde el 2,3% del PBI de 2022 hasta 2,7% el año pasado. Es decir, algo menos de lo que informó Economía (2,9%). La baja del gasto, de 0,6% del PBI, fue inferior a la caída de los recursos, de 1,1%. El déficit financiero llegó a los 6 puntos del PBI, porque los intereses crecieron 1,14% del Producto en un año.
Fuente: https://www.cronista.com/